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Aquí y Ahora
¿Contradicen los "Decretos" de la Metafísica a "El Poder del Ahora"?
Los Decretos son invocaciones a… Pueden expresar el "deseo" de una superación personal o el logro de una circunstancia concreta. … Pero ¿realmente es desde "los deseos" la manera más eficaz de afrontar nuestra Vida? Son deseos de algo que no está en nuestro Presente.
Tengamos en cuenta que la Conciencia tiene una base de datos sobre la que actúa, donde están… Ahora se trata de, si realmente aceptamos que somos Almas,…
En cada nuevo día que se nos abre, y dentro de él en cada momento por donde discurre, está contenido todo aquello que precisamos para poder ir cimentando y construyendo lo que internamente el Alma quiere ir creando en la Consciencia…
No podemos aspirar a "ser felices" por el hecho de que "lo deseemos", sino que tenemos que "construir" ese estado de Ser, y esto se logra afanándonos por conocer qué resulta de cada uno de nuestros…
¿Cómo podemos, pues, estar realmente "atentos" al Aquí y Ahora? ¿En qué consiste tal labor y de qué manera podemos potenciar esa atención para que tengamos capacidad perceptiva de lo que el Instante viene a decirnos?...
De todo esto trata este trabajo en Web.
¿Decretos? ¿Deseos?... ¿O abiertos al Aquí y al Ahora?
Los Decretos son invocaciones a las fuerzas de nuestro subconsciente solicitando ayuda en un proceso personal específico. Pueden expresar el "deseo" de una superación personal o el logro de una circunstancia concreta. Usualmente se enfocan solicitando la intervención de "nuestro Ser superior" o de Seres superiores, para que sean Ellos los que hagan posible los cambios internos o externos que deseamos. Es frecuente en los decretos la demanda de "prosperidad" o de abundancia.
Tengo claro la "necesidad" que nos hemos ido creando los seres humanos de que nuestras circunstancias cambien, para sentirnos mejor, más seguros, más contentos, más cubiertos de aquello que deseamos,… Pero ¿realmente es desde "los deseos" la manera más eficaz de afrontar nuestra Vida? Son deseos de algo que no está en nuestro Presente. ¿No somos capaces de percibir que en el cotidiano de cada día la Vida nos viene situando en las circunstancias personales y sociales que precisa nuestra Consciencia para saber qué vamos generando dentro y fuera de nosotros, y que nada de ello es ajeno a los modos de nuestras implicaciones en el mundo?
Tanto los decretos que se utilizan en la Metafísica como lo que mucho circula en torno al libro "El Secreto", nos inducen a estar más en "lo que deseamos", es decir, en lo que sentimos que no tenemos pero que lo queremos, que en "la riqueza que contiene el momento Presente", ese instante donde la Vida se nos manifiesta para percibir y tomar de él lo que la realidad de nuestro Ser precisa justo en ese momento para "darse cuenta" del peldaño que tiene que ir asumiendo, subiendo, en la escalada evolutiva de nuestra Consciencia. Al no saber qué Somos, ni sabremos qué esperar ni sabremos qué tenemos, y el resultado será el estar fuera de nuestra realidad y de lo que ésta nos está aportando.
Algo análogo a los Decretos y al Secreto, pero con esencia diferente, es lo que viene a llamarse "Ley de atracción", surgida dentro del desarrollo del Secreto. Pero la Ley de atracción NO dice que "deseemos o pidamos", sino que situemos nuestras actitudes internas en aquello que sea afín a lo que queremos para nuestra Vida. Con esto no estamos "pidiendo", sino "transformando nuestro estado interno", que es de donde fluyen las energías de aquello que nos va a ir envolviendo, pues la razón de ser de todas nuestras circunstancias externas es la de darnos a conocer qué discurre por nuestro interior, en nuestros estados de ánimo, actitudes, pretensiones y sentimientos, así como las contradicciones que hay entre ellos.
El hecho de que se convoquen deseos sobre los que "no poner expectativas en el tiempo en que deban cumplirse", no quita de que sea "programar" lo que quieres para tu Vida. Es oportuno que no se creen "ansias" por esos logros, pero no deja de ser la Conciencia la que trata de conducir las vivencias por las que queremos o deseamos pasar. Aceptemos que sea nuestra propia Alma la que abra el camino. Tengamos en cuenta que la Conciencia tiene una base de datos sobre la que actúa, donde están las dificultades y carencias que hemos vivido anteriormente, de cosas que hemos venido a considerar importantes para mantenernos… en la seguridad y estabilidad de la "supervivencia",… y en el tener cubiertos los niveles "emocionales" con agrado y bienestar. Y todo ello se ha venido trazando desde el desconocimiento de qué Somos en cuanto a Seres más allá de la vida física.
Ahora se trata de, si realmente aceptamos que somos Almas, inmortales, eternas (desmarcadas del tiempo y del espacio aunque use a estos -ella los crea- para desarrollos concretos), aplicarnos a ir percibiendo lo que el Alma nos viene trayendo en cada instante para el proceso por donde quiere conducir a la Conciencia, a fin de poder tomar Consciencia de qué sentido tiene en ella la Vida que llamamos material o encarnada. En cada nuevo día que se nos abre, y dentro de él en cada momento por donde discurre, está contenido todo aquello que precisamos para poder ir cimentando y construyendo lo que internamente el Alma quiere ir creando en la Consciencia de sí misma, en la capacidad creadora que está desarrollando como peculiaridad individual dentro del infinito campo de posibilidades del Alma Universal.
En la necesidad de armonizar nuestra vida es donde toma sentido el "Poder del Ahora", el instante en que la Vida se está desarrollando o desplegando ante nosotros. Se trata de enfocar nuestra Consciencia, eso que Somos, a vivenciar el instante que Es, donde está contenido lo que precisamos de aliento vital para seguir en el Camino del Ser que Somos. La actitud interna desde la que lo contemplemos, desplegará o nos hará ver los contenidos afines a ella que vienen a ofrecérsenos.
Sabemos de la importancia del "permitir que suceda" lo que está inmerso en el momento presente, y esto es estar abiertos a lo que el instante presente viene a mostrarnos. Desde la serenidad y paz interior captaremos los detalles precisos que nos venga a mostrar de aquello que tenemos que afrontar en tal momento, ajustado a nuestras posibilidades y necesidades. De esta "apertura" y nuestra "implicación" a tal instante va a depender todo lo que "tenga que llegarnos" de lo que sentimos como algo interesante para la vida que queremos expresar más adelante. Si estamos impacientes (no en la paz o serenidad) o pensando en más allá de lo presente, nuestra consciencia no podrá aplicarse a los contenidos que el Presente nos trae, pues no los captará, ya que la quietud o la serenidad son esenciales para la percepción minuciosa de contenidos de alguna cosa o circunstancia.
Captar la importancia de contenidos del instante presente requiere de abrirse a él aquietando las expectativas y trascendiendo la inercia de los deseos. De otra manera, nada captaremos de tal instante, sino más bien lo veremos como algo que nos está distrayendo o dificultando de dar vida a lo que "ya" queremos estar viviendo. Cada situación tiene muchos peldaños previos para que se pueda materializar; peldaños que son reconsideraciones de muchas de nuestras inercias contradictorias hacia tal situación u objetivo; inercias contradictorias inmersas en nuestro subconsciente pero con la fuerza o energía necesaria para impedir los logros deseados.
No se trata, pues, de estar procurando una vida "placentera", que es lo enfocable desde el sentimiento de ser seres finitos y sensoriales, sino "conscientes de qué Somos por dentro y por fuera", para lo cual nos vienen a ayudar los modos de las circunstancias que nos envuelven en cada momento, en cada Presente, que tratan de informarnos de qué hay "por dentro" que genera ese exterior que percibe nuestra conciencia.
El Aquí y el Ahora, el Espacio y el Tiempo Presente, es el marco donde nuestra Alma encuentra la posibilidad de saber de Sí misma, lo cual es el objetivo de la vida encarnada. Para tal objetivo el Alma se condiciona al espacio-tiempo que es la vida en la Materia.
No podemos aspirar a "ser felices" por el hecho de que "lo deseemos", sino que tenemos que "construir" ese estado de Ser, y esto se logra afanándonos por conocer qué resulta de cada uno de nuestros pensamientos, de cada uno de nuestros sentimientos, de cada una de nuestras actitudes, de cada una de las aptitudes que desarrollamos, de cada una de nuestras palabras, de cada una de nuestras acciones, de cada uno de los alimentos físicos que ingerimos y que con su química va a determinar los modos de funcionamiento de nuestras vísceras y de nuestro cerebro, del modo de atender nuestro cuerpo y su dinámica, de cada uno de los marcos sociales en los que nos involucramos, de cada… todo aquello en lo que nos implicamos por dentro y por fuera. Y esto último es precisamente lo que nuestras circunstancias de vida nos vendrá a mostrar, por lo que no es oportuno salirnos de ella sin haber captado su mensaje y aportación.
¿Cómo podemos, pues, estar realmente "atentos" al Aquí y Ahora? ¿En qué consiste tal labor y de qué manera podemos potenciar esa atención para que tengamos capacidad perceptiva de lo que el Instante viene a decirnos?
Una cuestión importante en ello es el enfocar el cultivo de nuestro Cuerpo hacia una mayor capacidad de Consciencia. No se trata entonces de cultivar el cuerpo por el cuerpo, sus aspectos externos, su silueta, ni enfocarnos al abastecimiento de los sentidos físicos como meta del bienestar. Es importante procurar el correcto funcionamiento de sus diversos sistemas, tales como el glandular, el sanguíneo y el linfático, el cerebral, el digestivo de ingestión y de eliminación, el de las diversas vísceras, el muscular, el respiratorio, el dérmico,... así como cada uno de nuestros órganos sensitivos.
Y dado que a través de la respiración es como conectamos con los "campos de conciencia", potenciar ésta de modo especial adquiere una importancia capital, así como procurar un aire adecuado y limpieza en el sistema respiratorio para dar permeabilidad a la energía de consciencia que canalice por sus conductos y alvéolos pulmonares. Nuestro Cuerpo es "la herramienta de toma de Consciencia de nuestro Ser", más allá de la vida sensorial en sí misma y en la que solemos quedarnos enganchados.
La evolución animada generó en una primera instancia la estructura vegetativa, los sistemas corporales, sobre los que fue surgiendo el sistema sensorial. Este último fue dando lugar a la estructura cerebral que los fuera coordinando, generadora del intelecto; y el desarrollo más sutil de éste ha ido haciendo posible la comprensión de percepciones más allá de la conciencia física, de lo constatable materialmente. Comprender esto y aplicarnos a continuar en tal desarrollo hacia potenciar la Consciencia de la Vida espiritual que ha ido dando lugar a todo el entramado material y orgánico, es introducirnos en la Sabiduría inmersa en la Esencia de cuanto Somos.
En el cultivo de los Sentidos orgánicos encontramos una herramienta muy valiosa para aplicarnos a la toma de consciencia y al Presente. Se trata, por ejemplo cuando estamos comiendo, de aplicarnos a cómo estamos masticando lo que tenemos en la boca, qué sabores tiene, qué paladar y cómo queda antes de tragarlo, antes de conducirlo a la siguiente estación, el estómago. Usar comidas de sabor suave nos posibilita cultivar los pequeños detalles, el sabor y paladar de cada contenido que llevamos a la boca. Los condimentos tienden a acaparar el paladar y evitan la percepción de la cualidad de los demás ingredientes, y esto es algo vinculado a los modos de aplicarnos a la Vida, atentos sólo a lo que tiene fuerte emoción, perdiéndonos los demás elementos, ladrillos con los que también construimos el edificio de la realidad en la que implicamos nuestro Ser. E igualmente con el oído, la vista, etc.
En el acto de la ingestión de alimentos interviene también un factor muy importante para el desarrollo de la Consciencia. Se trata de la Saliva. Éste es un fluido vinculado al Líquido cerebro espinal y a la Linfa, por donde discurren los fluidos de la razón, de la conciencia, polaridad complementaria y equilibradora de lo emocional. Cuando invertimos tiempo en ensalivar suficientemente, estamos generando el hábito y posibilidad de discernir sobre todo aquello que "entre" o llevamos a nuestra Vida. Estar concientes de tal labor fisiológica, en lugar de distraídos con una conversación u observando algo externo (TV por ejemplo), es cultivar la Consciencia de lo importante que venga a ocurrirnos o envolvernos.
Y análogo a la ingestión de alimentos es la atención a cómo es nuestra postura corporal en cada momento, a cómo usamos nuestros pies al caminar, a qué sensaciones vamos sintiendo en cada situación en la que nos encontramos y cómo conducirla a lo que nos haga sentirnos bien y serenos emocionalmente. Las posturas corporales tienen un papel trascendente en las posibilidades de estados de nuestra mente. De ella y de la dinámica que desarrollemos va a depender los modos de nuestra visión orgánica y de lo que percibimos de la Vida; e igualmente si permitimos o bloqueamos las funciones de las diversas vísceras, en función de las rectitudes o curvaturas que generamos en la columna vertebral. Tengamos presente que lo que hagamos "en" el Cuerpo, lo estamos haciendo "en" la Mente, ya que ambos son "la misma cosa" expresándose en planos diferentes, una en la concreción y la otra en la abstracción.
Respecto de los Pensamientos, ocurre con frecuencia que algunos no deseados o relativos a situaciones desagradables vienen a ocupar "persistentemente" nuestra Mente, y pareciera que nos dificultan el aplicarnos a lo que "nos está tratando de mostrar" el Presente. Sin embargo, tal persistencia suele ser debida a que vinculada a esos pensamientos hay alguna situación que debemos abordar "ya" para resolverla y poder avanzar en otra cuestión que ésta mantiene bloqueada. Con esto vemos que el Presente no sólo "llega" en lo nuevo que aparece visiblemente, en hechos o situaciones, sino que actúa también a través de los pensamientos, e igualmente a través de las sensaciones que percibimos y que nos llaman la atención, para que modifiquemos nuestra aplicación o la derivemos hacia otro cometido distinto del que estemos desarrollando en tal instante.
Otro asunto interesante a tener en cuenta en el cómo abordar el Presente y superar la tendencia de querer estar haciendo "cosas importantes o muchas o grandes cosas" para sentir nuestra vida con significado, es el recordar que en la concepción de nuestro cuerpo, en nuestra infancia y anteriormente a que tomara nuestra conciencia las riendas de nuestro quehacer, nuestra vida se fue desarrollando justo en la necesidad que tenía para recuperar la personalidad que le era propia y lo que precisaba de situaciones para el "propósito del Alma"; propósito "escrito en" las características de la estructura de nuestro ser encarnado. Por tanto, abrirnos a captar tal condición y a posibilitarle su expresión mediante lo que externamente va generando en lo que sean nuestras circunstancias, es parte de nuestra labor ante el Presente. Muchas de las tareas, profesiones y estudios que hacemos, nada tienen que ver con las necesidades del Alma, sino con planes sociales instaurados desde el sentimiento de que somos efímeros y materiales, con la pretensión del engrosamiento de los Egos y el abastecimiento de los sentidos corporales. Es necesario trascender esa inercia para ir abriendo en su lugar los caminos del Alma.
Consideraciones más personalizadas:
El sentido de poner por escrito todo esto cuanto digo, es el de posibilitar su proyección sobre mi propia Conciencia, a fin de ir encontrando los matices dialécticos que me ayuden a "percibir y aplicarme" con más eficacia en lo que las palabras tratan de orientar. A cada cual le dirá algo diferente, pero sé lo que a mí me aporta, por lo que agradezco la existencia de Foros que, mediante el compartirnos, me posibilitan profundizar en mis propias concepciones. Tratar de trabajar mis criterios y actitudes desde el mero "pensarlos", estará carente de posibilidades de un correcto seguimiento y clarificación de todos sus matices.
No sé lo que de mis palabras sacaréis en claro y que sirva para la experiencia en la que estéis meditos; sé lo que las vuestras me ayudan a mí, y es éste el juego dialéctico que nos enriquece si seguimos abiertos a compartir lo que cada cual percibe para sí. No se trata de que alguien aleccione a otro, sino de que cuanto diga sea de utilidad para sí mismo. Por ejemplo, para una aplicación en la que suelo estar con frecuencia, que es la de difundir el fruto de mis trabajos de investigación acerca de nuestra Naturaleza Cuerpo-Mente-Alma, estoy concibiendo lo siguiente:
Cuando desentraño algo que considero de valor en la materia que esté investigando, tiendo a querer tenerlo listo pronto para transmitirlo, mas en ello me pierdo, pues en lugar de disfrutarlo y permitirme profundizar con tranquilidad en lo que voy descubriendo, e incluso que cale en mí lo suficiente para desde ya sacarle provecho para mi propia vida (lo suelo hacer pero con más tiempo de por medio), me entran las prisas por tenerlo listo.
Esto me ha venido privando en ocasiones de poder aplicarme a lo que también mi Vida precisa de otras actividades con las que equilibrar mi cuerpo y mi mente (aquí entran emociones, pensamientos y sentimientos). Sé que desde el equilibrio que vaya cultivando en esas 4 áreas, mayor eficacia y coherencia tendrán mis desarrollos creativos, por lo que tiendo siempre a reconsiderar mis comportamientos, si bien, con facilidad los veo de nuevo transgredidos.
Por esta razón y pareciendo que ya mi aplicación al Aquí y Ahora están siendo más concretos y vívidos, es por lo que estoy abordando mis tareas de investigación y difusión con un aire de serenidad, sin prisas, sin "ansias" por transmitir, sin pretender cambiar a nadie, pues tal como los demás son es como encuentro la posibilidad de ser yo como deseo poder ser (de esto sabe mucho el Ho'oponopono). Mi aceleración sólo me privará de disfrutar de mis propios hallazgos y de integrarlos en mis modos de implicación vital. Sé que lo más importante es darles vida en mí, bien dentro, pues a partir de esto es como pasará mi experiencia a los "campos mórficos" de la atmósfera humana terrestre y estar realmente disponibles para otros, incluso si no los transmito de otra manera (verbal o por escrito).
El hecho de difundirlos mediante grupos, foros u otro medio, debe cubrir en mí la conveniencia de seguir moviendo esas ideas para que interactuando con la consciencia de otros seres humanos, alcanzar mayor comprensión de aquellas, así como lo que de errores pudieran contener, ya que lo que se elabora dentro y no interactúa fuera, muchas trazas tendrá de fallos, lagunas o contradicciones, como ha sido la experiencia a lo largo de toda mi vida en este afán por compartir.
Así, pues, amigos, ¡¡¡ gracias por ser en mi Vida espejos de mi verdad y de mis errores !!!
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