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Una Medicina basada en la "peculiaridad" que somos cada Alma singular


[ actualizada el 27 mayo 2017 ]

Importancia del Cuerpo Astral
en el cotidiano de nuestra vida


* Para tratar este asunto es importante establecer el periodo a considerar del Alma. Éste va a ser desde que ella se proyecta a su encarnación, donde debemos considerar lo que será su contexto familiar y social, y hasta su desencarnación o muerte física.

* Desarrollo del feto y sus circunstancias psico familiares.

* Estructura corporal que gesta:
Cuerpos Vegetativo, Sensorial e Intelectivo, y Cuerpo Astral o extrasensorial que lo vivifica y habita.


 

Las experiencias de "salidas astrales" nos informan cómo durante el sueño suele ocurrir el "desacoplamiento" del Cuerpo Astral y el Cuerpo Físico. El Físico queda postrado en la cama, y el Astral sale hacia experiencias que nuestra conciencia usual no es capaz de percibir (salvo en individuos muy entrenados en esa circunstancia de forma consciente). El C. Físico queda sin conciencia en sí mismo y se mantiene "vivo" gracias a lo que recibe energéticamente del C. Astral en todo momento. Cualquier alteración física sobre el C. Físico genera una reacción inmediata en el C. Astral que se incorpora al instante en él, por muy "lejos" que pudiera estar.


 

Es usual que al comienzo de dicha "salida" del C. Astral, éste se observe a sí mismo con mucha analogía de lo que es el cuerpo físico, mas no tiene por qué mantenerse en esa condición, ya que tal C. Astral es "fluídico" (energía), y puede tomar la forma que la propia "Consciencia que en sí es", conciba de sí misma.

* Objetivo de una encarnación: Desarrollo de la Consciencia de Ser singular y colectiva.

* El desarrollo de la Consciencia lo posibilita la interacción combinada de los factores vegetativos, sensoriales e intelectivos (cuerpo, sentidos y cerebro coordinador) que hacen posible la Conciencia.

* El Cuerpo Astral dispone de Libre Albedrío para aplicar su energía vivificante a uno de los tres elementos corporales, o bien de forma combinada a más de uno de ellos o a los tres y desde posibles consideraciones diferentes, a saber (pongo modelos un tanto extremos para apreciar las diferencias):
Cuerpo.- Fisicoculturismo // Sentidos.- Disfrute sensorial (comidas, percepciones, sexualidad,...) // Intelecto.- Ciencia extrema.


 

El Fruto de las expresiones a las que el Cuerpo Astral va dando vida cuando se encuentra "incorporado" o acoplado (estado de "coincidencia") al C. Físico, es la Consciencia que va generando de sí mismo, la cual va poniendo de manifiesto en los "planos astrales" cuando se "proyecta" hacia ellos fuera del Físico. Estado de consciencia que va dando forma análoga a cuanto en ellos va percibiendo de sí mismo y de lo demás.

La manera de dar eficacia a la existencia de los Cuerpos Físico, Sensorial e Intelectivo es llevando la energía que el C. Físico recibe del C. Astral, primeramente al Cuerpo Sensorial para la generación de Sensaciones o "percepciones" que aporten alguna información al Cuerpo Mental de la razón de las mismas y lo que vienen a decir de aquello que las genera, el efecto que en nosotros tiene y en qué estado nos percibimos. Es decir, ir desarrollando factores de Conciencia generadores de Discernimiento que posibiliten al Cuerpo Mental informar de lo generado en el sujeto o de hacia dónde lo conduce tal sensación. Y esa Sensación puede incluso llegar a ser de Quietud, de Serenidad (o lo contrario), de Silencio o de Vacío, y no solamente de factores de placer o desagrado, de equilibrio o de alteración. Nos mantendríamos en la inoperatividad existencial si aquella energía del C. Astral la dejáramos en lo Sensorial por sí mismo, como de la misma forma en lo Mental a modo de meros Pensamientos (algo muy extendido en la condición humana y de donde ha surgido la consideración peyorativa de la Mente), o como mero Cuerpo Físico al que hay que hay que procurarle la "subsistencia" por creer que es "lo que somos" o la base esencial de lo que somos.

Mientras el C. Astral se mantiene fuera del Físico, sigue nutriendo de "vida" a este último a través del "Cordón Astral" por el que le transmite sus constantes vitales cardiacas y respiratorias, siendo los matices de la condición del Astral los que llegan al Físico, en tiempo y formas.

La función que tiene el desacoplamiento entre el Físico y el Astral es la "recarga energética" de este último para seguir "impulsando" al primero y sus funciones, así como también para ir incorporando en sí mismo (el Astral) las experiencias cotidianas, de forma análoga a como ocurre en el Alma al final de cada encarnación, de donde toma razón la necesidad de abandonar plenamente (proceso de muerte física) la estructura de conciencia a la que llamamos Cuerpo.

La diferencia entre un Cuerpo Físico "muerto" y uno "vivo", es que su correspondiente Cuerpo Astral se desconectó de aquel por algún modo de "corte" o ruptura del Codón Astral, o bien siguen conectados a través de dicho Cordón. En el caso de "corte" y muerte física, el Cuerpo Astral puede incluso en los primeros momentos no haberlo percibido, pues sigue teniendo las mismas características "vivientes" en sí mismo, ya que estaban en él y no en el Físico (cosa esta otra que creemos por ser el Físico lo que "percibimos" cuando estamos incorporados en él).

La muy generalizada "no conciencia de las vivencias astrales" por parte de la Conciencia que depende de la estructura Corporal, es debida a que ambas intervienen en planos o estados de frecuencia vibracional diferente, dependiendo especialmente de los modos de interacción de los Sentidos. Incluso es usual que cuando las vivencias del Astral se traen posteriormente a la conciencia del Físico, haya "tramos" del tránsito de una a la otra que no se recuperan, por la propia intervención del "Subconsciente" a fin de evitar las situaciones de afectación emocional como ocurre en los momentos próximos a las salidas y a los regresos. Algo análogo a cuando el Subconsciente nubla en nuestra conciencia lo que ésta no aceptaría como recuerdos; resorte defensivo que nos ayuda a sobrellevar la vida cuya realidad no queremos aceptar.

* ¿Qué se desprende de todo lo anterior?

Pues que Somos en el Cuerpo Astral, y que somos en el Cuerpo Físico cuando el Astral se "acopla" en cada célula y átomo de su estructura orgánica, sensorial y cerebral. Podríamos decir también que "Somos el Cuerpo Astral", como realidad existencial representativa de nuestra Alma en su proceso de expresión de su condición humana.

También se desprende que "con ese acoplamiento", las posibilidades del C. Astral se circunscriben a las de la condición y cualidad de los sistemas orgánicos y sensoriales que vamos generando en el C. Físico. Y un hecho que muestra las limitaciones de lo corpóreo, es cuando se experimentan las percepciones sensoriales en el Astral, con unas intensidades asombrosas y en ángulos de 360º, pues no están los factores físicos de "orientación espacial" limitantes (se ve en 360º).

* Las observaciones de interés práctico que podemos sacar de todo esto son, entre otras, las siguientes:

* De la cualidad estructural del Cuerpo orgánico, de la sutileza o densidad de sus fluidos vitales, de la capacidad sensorial de cada uno de los órganos de los sentidos y de la amplitud cerebral que desarrollemos, va a depender los modos de intervención que el C. Astral podrá expresar a través del Físico, es decir, en este plano material o de encarnación.

Por tanto, el cultivo de los factores Corporales adquiere en esto una trascendencia hasta ahora no considerada, pues ni somos el cuerpo Físico ni sus Sentidos ni su Cerebro, sino aquello otro (el C. Astral) que precisa utilizarlos para el fin por el que el Alma encarnó: Desarrollar la Conciencia de sí misma como Entidad Individual y, al mismo tiempo, Colectiva. El Alma es Individualidad en cuanto "Singularidad que desarrolla su peculiaridad", y Colectiva en cuanto "integrante indisoluble de la Unicidad que todo es", a la que nutrimos y nos nutre en constante reciprocidad.

Y si además consideramos que el C. Astral es Consciencia, llevarla a cada área y elemento de nuestra corporalidad orgánica y sensitiva, nos va a posibilitar la intervención con mayor grado de equilibrio en la integridad de nuestro Ser, donde nada de sus elementos materiales está carente de razón de ser, pues cada área, extremidad, glándula, víscera, músculo o función tiene su propio cometido en sí mismo y en su intervención conjunta. Aquello del Cuerpo que no nutramos con Conciencia (dinámica y perepción), no recibirá oportunamente la anergía que recibimos del Astral y se irá degradando o debilitando.

Mas no sólo cada elemento del tronco y extremidades tiene sentido en sí mismo, sino que tiene su representación en las áreas cerebrales correspondientes. No olvidemos que el Cerebro es el Centro de coordinación de todo cuanto se "motiva" a niveles viscerales y sensitivos, y aquellas áreas del tronco y extremidades que no se desarrollen y coordinen oportunamente, generan bloqueos o falta de intervención de las áreas cerebrales a ellas asociadas. El Cerebro es una réplica a nivel neurológico, de toda la estructura Visceral.

No obstante, si bien debemos estar en la Conciencia del Cuerpo para estarlo vitalizando constantemente, desarrollemos la Conciencia de que Somos el Cuerpo Astral, para ir sabiéndonos intervenir desde él tanto hacia el Cuerpo Físico como hacia todas y cada una de nuestras circunstancias.

En el Cuerpo Astral se hace expresiva nuestra Alma. Todo lo demás son Herramientas para su objetivo viviente, no fines de éste, sino sus cauces.

Somos Amor en el desarrollo de su Sabiduría.

Tras la publicación de todo lo anterior y conversando con mi amigo José Manuel C al respecto, fue concebido lo que expongo a continuación, que lo hago retomando la idea al final mostrada.-

Es importante consideremos que "somos el Cuerpo Astral", para desde esa conciencia tratar de intervenir de otro modo sobre nosotros mismos, pues ya no se trata de "pedir" a algo ajeno a nosotros mismos lo que deseamos ir desarrollando. El que piensa y pide es el mismo que escucha y sale luego para mover situaciones, así como cuando se "incorpora" de nuevo en el cuerpo. Desde dentro de los modos y posibilidades de la estructura corporal (orgánica, sensitiva e intelectual), el Astral está muy condicionado en sus intervenciones hacia las circunstancias de las que se verá envuelto en lo físico.

Teniendo en cuenta ese condicionamiento y profundizando más en cómo posibilitar al Astral encontrar menos obstáculos en su labor de poder equilibrar al cuerpo Físico a su regreso, el hecho de tratar de relajarnos antes de dormirnos para que el Astral pueda salir con más facilidad, centrados en el centro de nuestro pecho (corazón), adquiere otra dimensión de beneficios, y es ésta:

Es muy importante que esa "relajación" sea bastante lograda y completa del cuerpo. El Astral al salir, se recarga de energía y se equilibra de algún modo; equilibrio que luego tiene que inducir al cuerpo físico cuando se incorpora a él. Pero generalmente el cuerpo tiende a estar en las inercias usuales de la persona (preocupaciones, tensiones, ...), por lo cual no debe serle fácil algún reajuste del mismo. Pero si "dejamos" el cuerpo Físico equilibrado en esa relajación cuando nos vamos a dormir, apartado de deseos y tendencias, el regreso del cuerpo Astral puede tener una eficacia en aquel equilibrio muy interesante, a fin de implementar en la estructura corporal lo que antes de salir se planteó entre la conciencia física (el que "hablaba" y pedía) y el astral (el que "escuchaba").

Esto es algo similar a lo que llegué a concebir hace años de la importancia de arreglar en esta encarnación lo que deseáramos que apareciera ya arreglado o con fácil arreglo en la vida siguiente. Y digo esto porque la "recuperación" de afecciones orgánicas y psíquicas de las que tenemos en esta vida y que deseemos no tener para la vida siguiente, no se logra tardando más en volver (era lo que yo creía en un principio), sino no yéndonos hasta que no lo arregláramos al menos en parte. Es también similar a lo que sabemos ocurre en esta vida cuando abandonamos una situación o una relación porque no la soportamos, pues allá donde vayamos terminaremos encontrándonos con una situación o persona análoga, ya que no debemos irnos de algo si aún no nos hemos sabido situar de buena manera ante ello, ya que es la Vida la que nos trae esas situaciones o personas para que arreglemos algo dentro de nosotros mismos.

También de todo esto se desprende la importancia del estado orgánico y anímico general con el que nos acostamos para entrar en el sueño (qué hemos ingerido, de qué círculo de energía venimos, qué estado de afectación o de agrado mantuvimos, etc.), pues es lo que condicionará las posibilidades de intervención del cuerpo Astral cuando regrese a incorporarse al físico.

Podemos constatar algo de esa realidad que somos del astral cuando comparamos lo que sentimos de nosotros mismos y lo que observamos al contemplarnos ante un espejo. En el astral tendemos a vernos en la consciencia que tengamos de nosotros mismo y sin los condicionantes orgánicos y visuales, por ejemplo, que tenemos aquí. Lo que yo he venido siendo consciente de mí mismo cuando "me percibo" en mis modos de pensar, sentir y actuar, es como más o menos me recuerdo de mis 18 ó 20 años; cosa diferente de cuando observo mi "imagen" externa en un espejo, pues en ella contemplo las circunstancias que se han generado en el Cuerpo Físico, es decir, en la estructura desde la que aquello que Soy, mi ser astral, se ve condicionado a intervenir en este plano, razón por la cual es de suma importancia saber nutrirla y adecuarla a los requerimientos que concibamos que la Vida nos hará para el cometido que el Alma que somos tenga como objetivo.

Os dejo aquí link para que podáis bajaros el libro de "La proyección del Cuerpo astral (Sylvan Muldoon y Herewart Carrington)" aquellos que no lo tengáis; libro que considero de lo mejor que se ha editado sobre esta materia. Está disponible en Word y en ePub:
Proyeccion_Astral Sylvan_Muldoon.doc
Proyeccion_Astral Sylvan_Muldoon.epub


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