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Una Medicina basada en la "peculiaridad" que somos cada Alma singular

Fisiognología y Nutrición
El Rostro muestra la condición de la Fisiología Visceral.
[ actualizada el 28 febrero 2017 ]


En primer lugar cuatro imágenes expresivas por sí mismas, que sintetizan lo que más adelante se desarrolla en esta página sobre Fisiognología:









Y también un par de imágenes que sintetizan lo que más adelante se desarrolla sobre Pentagrama Orgánico:




Y algunas más específicas sobre Nutrición:










Considero el término "Fisiognología" el más adecuado para definir lo que engloba cuanto pretendo exponer de cómo la Anatomía Facial tiene en sí el contenido de información de las características de los diversos Órganos del Cuerpo. No trato de expresar lo que suele conocerse como Fisiognomía, de conocimiento de rasgos de la personalidad a través de los rasgos faciales. Mi aportación está enfocada al campo de la Fisiología Visceral a través de las correlaciones que existen entre los pormenores de la Anatomía Facial con las diversas Vísceras corporales.

No tiene precedentes con lo que hasta ahora he llegado a conocer de algunos esquemas que circulan por la Red, muy escasos de contenidos y con notorios errores de correspondencias.

Mis concreciones surgieron a partir de la necesidad de conocer de organismos de personas a las que no podía examinar sus iris (base primera de mis análisis), bien por ser criaturas muy pequeñas (por ejemplo bebés), e incluso como en una ocasión me ocurrió que la persona tenía un ojo "de cristal", donde me era imposible a través del iris conocer de su mitad fisiológica-corporal correspondiente. Pero también por no desear estar supeditado ni incluso a los mínimos requerimientos de instrumental de la Iridología, como pudiera ser una "Lupa con luz" (de las que tuve algunas con una calidad de percepción plena en lo que precisan estos análisis).

Contaba en mi haber el conocimiento de cómo los Sistemas Orgánicos y Vísceras se distribuían por los iris de los ojos, así como también en los pies (tenía gran destreza en el uso de la Reflexología Podal), por lo que me planteé concretar cómo debería proyectarse el Organismo en el Rostro, cosa la cual logré, y hasta el punto de que llegado un momento no precisaba "asomarme a los iris". En cualquier lugar donde me encontrara con otra persona, podía profundizar en el conocimiento de su condición orgánica, captando con facilidad las cualidades de sus diferentes vísceras y, con ello, poder comprender la razón de sus achaques en función de su hábitos nutricionales, donde consideraba esencialmente la química predominante en cada uno de ellos y el cauce de sus procesos metabólicos.

Una vez desarrollé el mapa topográfico facial respecto de la anatomía visceral corporal, la condición de las diferentes Vísceras fueron mostrándoseme en lo que son los distintos aspectos que podían presentar los diversos rasgos faciales (modos anatómicos, tersura, coloración, etc. de las partes del rostro).

Posteriormente pude ir percibiendo cómo la condición de las vísceras se vinculaban a actitudes específicas de la personalidad, hasta el punto de que, sin que fueran los "rasgos en sí faciales" sino la condición visceral que estos mostraban, me permitió conocer de "aptitudes" mentales de la persona (y de ahí sus "actitudes"). Y con ello, el alcanzar a comprender la influencia psíquica que cada Víscera ejerce en nuestros planos mentales, de donde pude concretar lo que sobre el Sistema Visceral y el Sistema Nervioso Central expuse en el capítulo "El por qué de un Hemisferio Racional y otro Emocional".


 

La figura de la derecha de la imagen anterior representa al Cuerpo (tronco), reducido al volumen que ocupa la cabeza. Entre la ubicación de los diferentes Órganos citados en ella y las zonas del Rostro donde ellos por correspondencia se situarían, hay una relación de "simetría" respecto de la línea superior de una (la de abajo) e inferior de la otra. Si consideráramos una "bisagra" uniendo a ambas figuras, haciendo girar hacia arriba la de los Órganos, coincidirán con lo que de ellos se expresa en la del centro. En otras palabras: "Simetría axial" entre lo que es el Cuerpo y lo que es la Cabeza, respecto de la línea del cuello. La imagen de la izquierda muestra qué es cada parte del Rostro respecto de las Vísceras de la imagen de la derecha.

Se suele decir del Ser Humano que es Omnívoro, es decir, que puede comer de todo, pero... esto es si consideramos la Globalidad humana, mas cada individuo tiene una característica metabólica diferente, y es aquí donde cobra suma importancia la Fisiognología, pues pueden conocerse las diversas condiciones (cualidades funcionales) tanto del estómago como del hígado, duodeno, páncreas e intestinos, así como ciertas características de los demás órganos.

¿Qué se precisa para ello? Pues la correcta interpretación de lo que vienen a significar especialmente las formas volumétricas de las diversas áreas y elementos faciales. Lo "amplio" y redondeado puede expresar deficiente eficacia funcional; lo anguloso, fuerte función; etc., pero lo que hay que considerar muy especialmente es la relación de Conjunto, a partir de la cual examinar sus partes integrantes.

Cuando he dicho "fuerte función" no quiero decir que sea necesariamente un órgano "sano", pues pudiera ocurrir, por ejemplo si se refiriera al estómago, que es muy propenso a la úlcera gástrica y, por tanto, deben evitarse los alimentos o sustancias que incentivan aún más la secreción clorhídrica; e igualmente, en dicha cualidad gástrica hay alimentos que no son apropiados, como los de considerable contenido de hidratos de carbono, siendo los más indicados los proteínicos. Y en el caso contrario, cuando el Rostro informa de deficiente capacidad gástrica, es justo lo contrario lo que debe ingerirse, pues la proteína no bien metabolizada generará lo propio de los organismos tendentes a afecciones reumáticas o análogas.

Tras este comentario precedente último, quiero hacer mención de que combinando el uso de la Iridología, como medio de "observación" del estado interno intracelular, y el de la Fisiognología como "orientador de la capacidad gástrica", la tan mal interpretada afección de REUMA queda perfectamente entendida, pues no es, como algunos manifiestan, debido a, por ejemplo "el consumo excesivo de carne, pan blanco, azúcares y cereales refinados" (u otras justificaciones), sino a acumulaciones úricas procedentes de un incorrecto metabolismo proteico, generalmente ocasionado por ingestiones de alimentos con marcado contenido de proteínas, "en un estómago con insuficiente secreción clorhídrica".

Y otro tanto ocurre con los problemas Circulatorios cuando se desconoce la capacidad metabólica de las grasas (o aceites de cualquier tipo), en lo cual van a intervenir especialmente las cualidades hepáticas y duodenales, lo que con la Fisiognología se ponen claramente de manifiesto.

Y podría seguir diciendo de las disfunciones Renales que tanto afectan al Sistema Linfático y, en ocasiones, al Dérmico, donde ya no intervienen sólo ciertos alimentos que generan con facilidad a aquellas, como los quesos (especialmente los viejos o secos), sino también la negligencia personal en la diuresis frecuente y que el examen Facial con claridad lo muestra.

En un caso muy extendido a nivel mundial recientemente, la DIABETES, el Rostro enseña cómo la deficiente asimilación (o ingesta) del Calcio (¡ojo! que no es lo mismo el Calcio de los alimentos que los "añadidos" comerciales del mismo, ¡en nada!) genera la disfunción pancreática. El "entrecejo" de la persona lo pone muy de manifiesto, habiendo conocido casos en que un individuo era considerado como tal (diabético) sin tener tal condicionante pancreático, sino más bien lo contrario (tendente a bajadas de azúcar), lo cual fue debido simplemente por ingestas circunstanciales que en nada lo mantenían en tal disfunción orgánica, y el uso de la insulina recomendada lo ponía en trance de la tendencia real de su organismo.

En esto de la Diabetes tiene mucha repercusión el tan frecuente uso de sustancias ácidas (como el vinagre, gran descalcificante), conservantes (generalmente con elementos cítricos o similares) y la publicidad tan en contra que se ha hecho (y se hace) de la Leche (y especialmente de la "entera") en beneficio del consumo de bebidas de Soja, cuyas contradicciones en el organismo humano debieran igualmente darse a conocer, y que no es tan abastecedora del Calcio que pretende lograrse.

Y así innumerables observaciones sobre las muy diversas condiciones orgánicas, que ayudarían a llevar de mejor manera la Salud personal, así como el evitar muchas situaciones de riesgo (en lo cardiaco, respiratorio, renal, etc.).

No obstante, expresaré a continuación algunos asuntos interesantes a considerar sobre cómo la Nutrición debe enfocarse en función del tipo de organismo que cada cual posee, sin ser nada recomendable las orientaciones a nivel general, que es a lo que estamos acostumbrados (por la propia dificultad de saber la condición de cada individuo y englobarlos a todos en un mismo "saco").

Así como no reacciona igual ante agentes externos la madera de Roble que la madera de Pino, por las mismas razones no afecta o influye de igual manera los diferentes nutrientes en un organismo u otro, dependiendo de su constitución global y de cada elemento orgánico que le caracteriza, o bien de las reservas que tenga de factores químicos nutrientes en cada momento. Por esta razón, nada puede ser generalizado sin riesgo a contener error más o menos importante.

Sobre las recomendaciones que se suelen dar de que "se debe masticar considerablemente", debemos saber que al igual que en el reino animal hay de los que "engullen" sin precisar masticar más que para romper huesos, como son los depredadores carnívoros, ya que su proceso digestivo es esencialmente "gástrico" (estomacal) por ser su dieta proteínica, los animales herbívoros, de consumo esencialmente de hidratos de carbono, precisan de "rumiar" para que la saliva intervenga en estos. Y es sí como en lo humano las personas de clara digestión "gástrica" tenderán a no masticar, pero las de condición "hipoclorhídrica" (lo son un buen porcentaje de individuos) sí lo precisarán, si bien tienden a "empujar" los alimentos con bebidas (un modo usual de engañar los requerimientos orgánicos).

Sepamos también que una abundante secreción salivar tenderá a inhibir o neutralizar la secreción clorhídrica, así como que una abundante secreción gástrica endurece los hidratos de carbono dificultando su digestión, razón del proceder subconsciente de carnívoros y rumiantes. Una perra pastor alemán que tuve cuando vivía yo en el campo (parcelado), lograba coger del gallinero granos de trigo y de maíz para comérselos. En su defecación, la carne cruda de caballo que le suministraba aparecía plenamente desecha (como polvo compactado), pero los granos de esos cereales aparecían tal cual los había ingerido, enteros.

La deficiente insalivación viene a mostrar en las personas una deficiente capacidad de control de su mundo emocional. Cuando estamos dominados por alguna emoción que nos afecta negativamente, la saliva tiende a desaparecer (o espesarse), señal de estar siendo bloqueado el flujo de la energía racional de la persona (energía que precisamente le serviría para superar la situación). Se podrá sentir necesidad de beber, sin que desaparezca necesariamente tal "sed". Por contra, con un flujo salivar de suficiente "fluidez", la tendencia a la "sed" puede hacerse desaparecer y también pueden dominarse las emociones no oportunas. En esto se basaba en gran medida el método de aquel doctor valenciano en sus operaciones sin anestesia.

Un ejemplo importante de los diferentes requerimientos nutrientes de las personas lo tenemos en el caso del uso de la simple Zanahoria rayada o licuada (de asimilación o influencia mayor que si fuera a trozos), que resulta muy recomendable en crisis aguda de úlcera gástrica, pero puede ser fatal a otra persona con deficiente secreción clorhídrica y que esté a punto de sufrir una parada funcional del estómago (más frecuente de lo que pensamos y que puede diagnosticarse como Lipotimia) por sobrecargo en él de alimento proteínico u otros factores, o ante un esfuerzo físico que reste energía a lo digestivo en determinado momento, que a veces se define como "corte de digestión".

Y con esto anterior encuentro oportuno decir que el criterio de "control de Calorías de los Alimentos" pierde su sentido ante el hecho de la gran diversidad de capacidades digestivas y requerimientos bioquímicos que entre los individuos existe. Si un estómago es de una eficacia considerable, sacará mucho partido a los alimentos proteínicos, pero si es de escasa secreción, lo proteínico sólo dará residuos tóxicos (úricos) y posibles trastornos de cefaleas (causa ésta de muchas migrañas que no se saben justificar y que pueden ser muy intensas y durar todo el tiempo que permanezca el bloqueo gástrico, generalmente inconsciente éste). E igualmente no sacará el mismo provecho de lo "graso" quien tenga buena función duodenal que quien no la tenga. Y todo esto y muchísimo más es observable a través de la Fisiognología.

Hay un hecho fundamental que da razón a las circunstancias muy personales que acompañan a cada individuo respecto de lo que tienden a ser sus modos nutricionales, y es que si bien hay quienes dicen que "SOMOS LO QUE COMEMOS", desde mi experiencia añado ..."PERO COMEMOS SEGÚN SOMOS", pues los factores bioquímicos que prevalecen en los diferentes alimentos estimularán o inhibirán las funciones orgánicas y viscerales que hagan posible la "manifestación de la personalidad que cada cual tiende a ser".

Es por esto anterior que en mi práctica de consultorio llegué a expresar en ocasiones a quienes me consultaban (si tenía yo confianza con ellos), que lo importante no era lo que yo pudiera sugerirles de cambios en su nutrición para vencer los achaques orgánicos que padecían, sino el tener en cuenta el cambio de ciertas "actitudes" de sus tendencias psíquicas o de personalidad, pues manteniendo éstas, lo que "conscientemente" procurara evitar de tomar, "subconscientemente" echaría mano de otros alimentos o sustancias que neutralizarían las pretensiones del cambio planeado desde la conciencia.

En esto se fundamenta un fallo que he observado bastante generalizado de la Homeopatía (la he conocido pero no practicado), en que si bien puede ser muy acertada la recomendación de uso de factores homeopáticos, tras una primera fase de percibirse sus buenas influencias orgánicas y psíquicas, poco más adelante es fácil regresar a la condición precedente, pues la química nutricional de muchos alimentos tiene tanta fuerza en su incidencia orgánica como lo pudieran ser muchos medicamentos; y cambios desde el subconsciente en algunos otros que ahora se tomarán, irán neutralizando a la medicación, pues "no se cambió de actitud".

Si somos introvertidos gustaremos de lo salado. Si somos extrovertidos gustaremos de lo dulce. Si somos competitivos echaremos mano de alimentos proteínicos que nos lo potencien, pero si somos más participativos, buscaremos los hidratos de carbono. Si vivimos insatisfechos y somos débiles de carácter, buscaremos lo dulce, pero en esto hay una gran trampa, y es que en lugar de la simple azúcar o la miel (entre otros), buscaremos el dulzor en los "pasteles" ("lo dulce" es una cosa y "los dulces" otra), que además de glucosa o azúcares tienen generalmente considerable Sal y, especialmente, "grasas" (aceites, yema de huevo, etc.), que son las verdaderas causantes de la Obesidad.

El irresistible hábito tan generalizado en las cocinas por los aceites, por muy "vírgenes" que sean, son los motivadores de la gran dificultad de tantas personas por cambiar su condición de peso corporal. Y esto tanto si se utilizan (para consumirlos) crudos como en alimentos pasados por la sartén (frituras, rehogados o sofritos), aunque estos últimos son los causantes de los mayores estragos en la salud hepática, vesicular y circulatoria, así como en los estados anímicos, si bien para neutralizar esto último echaremos mano (subconscientemente) de sustancias ácidas como por ejemplo el vinagre, generándonos los problemas inherentes a éste.

Los azúcares estimulan la actividad física y la imaginación, mientras que lo salado tiende a inhibir ambas. Por lo tanto, y lo digo con mucho conocimiento práctico, no es la glucosa causa de "engorde", más bien todo lo contrario, sino la Sal, que potencia la absorción de nutrientes y "frena" a la persona en su dinámica corporal. Y si a la sal que tienen los "dulces" añadimos su gran componente graso, la obesidad y la menos capacidad respiratoria las tenemos aseguradas. Pero ¡ojo! que no estoy diciendo que se evite la Sal, pues un mínimo de ella es fundamental para que los alimentos puedan ser digeridos (especialmente los cocinados).

Ante una comida "sosa" pudiera el estómago (por supuesto que según sea la persona y sus reservas de sodio) tener gran dificultad funcional. Por otra parte, si cambiamos los azúcares por "edulcorantes" no favorecemos precisamente la eficacia del Sistema Linfático, donde los primeros lo fluidifican (generalmente solemos tenerlo más denso de lo conveniente) y los segundos lo ignoran, y tal Sistema es esencial en la limpieza orgánica de residuos metabólicos que se almacenan por doquier en el organismo. Por lo que se asocian los azúcares con la Diabetes, más arriba ya expresé los criterios de mi experiencia sobre tal consideración orgánica.

Las sustancias ácidas, como el Vinagre pero también el limón y los cítricos en general, son impulsores de acometimientos y liberadores de estados o tendencias depresivas, porque estimulan al hígado (disfuncional en las depresiones anímicas), pero ... si no estamos bien abastecidos de Calcio orgánico (el procedente de nutrientes) y somos tendentes a dolores articulares, estos se verán aumentados, e incluso las deformaciones óseas que manifiesta lo que llamamos artrosis. Y también podrán incrementar considerablemente los dolores y trastornos menstruales.

Así como las sustancias ácidas estimulan la respuesta muscular y nerviosa, pueden llegar a generar contracturas y también descontrol de situaciones o actitudes nerviosas (también el uso de la vitamina C -ácido ascórbico-). En todo esto anterior están las razones del por qué al comienzo de la época de las Naranjas (mediados-finales de otoño) las tendencias a "dolores reumáticos" se ponen de manifiesto y que "erróneamente" se achaca al comienzo de la época de los fríos.

Los alimentos ricos en Azufre, como lo son el Ajo, Cebollas, etc., si bien son muy favorecedores de las funciones respiratoria y renal, si esta última no se cuida con una voluntaria y frecuente diuresis (orinar al menos cada 2 horas), pueden ocasionar tensión cerebral, así como dificultar un estado de serenidad y calma interior. La frecuente diuresis es esencial en los casos de "tensión arterial alta", así como en las situaciones de "fiebre corporal": en ellos la función Renal debe ser el factor esencial del restablecimiento orgánico.

Tras todo lo anterior, considero muy oportuno el mostrar las relaciones positivas y negativas que las características de lo "salado, dulce, picante, amargo y ácido" tienen con determinadas Vísceras y sus funciones corporales. Si bien hice uso de lo que en la Red se mostraba como un legado oriental conocido con el nombre de "5 Elementos, 5 Movimientos", algunos de los factores que venían transmitiéndose no encajaban en la experiencia que con ellos fui desarrollando, por lo que entendí que había o bien un error de transmisión o un error de interpretación, cosa esta última muy probable por cuanto la base de los conceptos que se barajan en oriente son diferente a los de occidente.

Con esto anterior vengo a decir que no hay identidad en algunas localizaciones, como ocurre en mis criterios topográficos iridológicos (y lo de otras diversas materias) respecto de lo que me llegó en un principio. Además he añadido diversidad de otros factores orgánicos ya que mi enfoque es puramente Fisiológico, por lo que lo he llamado "Pentagrama Orgánico". En él se relacionan entre sí Órganos esenciales, Sistemas orgánicos y 5 Elementos bioquímicos. Lo muestra la imagen siguiente. Tras ella expreso mis experiencias sobre sus contenidos.


 

La ubicación del Corazón en el vértice superior del pentagrama no tiene más sentido que darle protagonismo al primer órgano que se genera en lo visceral corporal (ya lo expresé en el capítulo "El por qué de un Hemisferio Racional y otro Emocional"). Lo que sí tiene importancia es el "orden" en que se muestran como rotación circular según las manillas de un reloj.

El organismo humano está compuesto por una serie de órganos y funciones que requieren de tiempos distintos en la hegemonía de cada uno de ellos, así como también requerimiento de nutrientes de diferentes cualidades, es decir, que no todo sirve para todo y que al estar todos los órganos en un organigrama equilibrado, existen unos elementos complementarios y otros contrapuestos (de funciones y requerimientos distintos). Sobre esto es donde tiene excelente utilidad el Pentagrama Orgánico, pues no podemos considerar a los órganos por separado sin tener en cuenta cómo podemos afectar a los demás.

Puede complementar al uso del Pentagrama la información que la Acupuntura tiene concretada respecto de los periodos de dominancia de los diferentes meridianos que considera, pues a través de esto conocemos los tiempos de mayor eficacia en las diversas funciones orgánicas, muy práctico para comprender fortalezas y debilidades funcionales según la hora de cada día. Como ejemplo diré que no es recomendable el ingerir alimentos proteínicos en las cenas, pues la mayor eficacia gástrica está a primeras horas de la mañana.

Y también es muy importante considerar los requerimientos del Hígado para su esencial función (regeneradora celular orgánica), que es en la media noche, requiriendo a esas horas la máxima quietud física y de la actividad consciente, cosa bien diferente a la que le proporcionan las personas tendentes a la depresión, que suelen trasnochar y levantarse bien tarde. El ir contra nuestra propia naturaleza se paga con los desórdenes orgánicos y anímicos a los que estamos ya acostumbrados en esta sociedad. Lo muestro con la imagen siguiente:


 

En cada vértice del Pentagrama hay situado un Órgano y un Sabor. El Sabor (procedente de los alimentos o sustancias que lo generan) es el que estimula la función propia del Órgano al que va referido. Así por ejemplo, los ajos y cebollas, de sabor "picante" por su contenido en Azufre, estimulan la función Pulmonar. Pertenecen también a este grupo de sabor los puerros, rábanos, nabos, jengibre, etc., y las especies picantes en general (incluido el tomillo, que tan oportuno es para ciertas deficiencias respiratorias).

Quiero dejar aquí constancia de que en los achaques respiratorios no siempre podrán estar indicados los alimentos que "fortalecen" o tonifican a tal Sistema, pues hay signos (como la tos "ferina") que significando una contracción excesiva inoportuna de los conductos respiratorios, lo que requieren es de nutrientes relajantes de los mismos, como pudieran ser la miel o similar y ambiente no frío.

Y algo similar de consideración inapropiada respecto del Corazón es lo que ha hecho generalizar el criterio de que la Sal es perjudicial en él, cuando es su elemento estimulador funcional; el problema está en que sólo nos fijamos en que, efectivamente, cuando está más activo de lo conveniente su ritmo, lo salado es perjudicial. Por el mismo motivo, una atmósfera rica en la destilación propia de la cebolla cortada a rodajas (hay quien la usa en caso de resfríos y estados gripales), es contraproducente si los conductos bronquiales están contraídos, pues los reforzaría más, distinto de cuando son situaciones de inflamación y no de contracción.

El elemento bioquímico que sitúo entre dos vértices, por ejemplo el Magnesio entre Hígado y Corazón, es el más esencial para la función de estos Órganos. Y además es también importante para lo propio del "Sistema" que está entre ambos órganos, es decir, el Sistema Generativo. No en balde se dice del Magnesio que es el "mineral de la reproducción", muy presente en todas las semillas disponibles para germinar (granos de cereales completos, de leguminosas, etc.).

Atendiendo al espacio entre el Corazón y el Estómago, diré que un Sistema Digestivo sin Sodio se presentaría con paradas intestinales (sin digestión ni tránsito), ocasionando fuertes dolores por los gases que se generarían en él y que pudiera pensarse en peligro de peritonitis, por ejemplo, sin realmente haberlo, pudiendo resolverse con un simple y apropiado suministro de cloruro sódico.

En el caso del Corazón, debe considerarse al Sodio su elemento estimulador, que en caso de ingerirse más de lo oportuno pudiera producirse un aumento excesivo de ritmo y que conocemos por "taquicardias". En caso contrario, por deficiente suministro de sodio, pudieran producirse "Arritmias". Algo análogo ocurriría en el Estómago con el Sodio, que un exceso "podría" producir o agravar úlceras gástricas, o bien su escasez generar pesadas digestiones o considerables cefaleas por bloqueo funcional estomacal.

El Calcio es necesario para lo Estomacal, lo Respiratorio y, por supuesto, para el Sistema Óseo. Y aprovecho para decir aquí que igualmente lo es para tener "controlado" el Sistema nervioso cuando éste tiende a "desbocarse" con facilidad en situaciones de trastornos de la personalidad. El Azufre lo es para lo Pulmonar, lo Renal y la función Dérmica (la Piel), de la que suele decirse que es un tercer riñón y un tercer pulmón. El potasio lo es para lo Renal, lo Hepático y el Sistema Muscular.

El segundo cometido importante del Pentagrama es el de dar a conocer de qué manera afecta cada Elemento bioquímico y cada Sabor a los demás Órgano y Sistemas. Esto lo expresa la figura de la derecha de la imagen del Pentagrama ("Modos de influencias recíprocas").


 

Atendiendo a los Sabores y considerando el círculo de la figura como la esfera de un reloj, situándonos en el vértice Corazón, cada Sabor afecta positivamente también, además de al Órgano de dicho vértice, al Órgano "siguiente" respecto del "avance" horario; y afectará negativamente al Órgano que esté situado más próximo girando en sentido contrario a las manillas del reloj (Órgano "anterior"). De esta forma, lo Salado influye bien en el Estómago (órgano "siguiente" al corazón en el Pentagrama), pues lo estimula, pero incide negativamente en el Hígado (dificulta su función). Lo Dulce es positivo para la actividad Respiratoria, pero debilita la Cardiaca, que pudiera ser oportuno en situación de taquicardias o similar.

No quiero dejar de exponer algo que se dice mucho de la Sal y los Riñones, como elemento negativo para las funciones de éste, pero esto ocurre cuando es Sal en cantidad considerable, pues los Riñones precisan para la Diuresis la presencia de un mínimo de Sodio. En algunos casos en que costaba a la persona orinar, el simple hecho de generar saliva con unos muy pequeños granos de Sal era suficiente para estimular la orina, y es que el Sodio, al estimular la Saliva, está activando el Sistema linfático (y con ello su función excretora final), de donde los Riñones son su elemento principal.

Lo Picante, si bien favorece lo Respiratorio y Renal, entorpece las digestiones, algo usual cuando se acostumbra a tomar cebolla cruda o cebolletas en ensaladas (o aliños), por ejemplo, o en el caso extremo (que he llegado a conocer) de "acompañar" las comidas con cebolla cruda como si de pan se tratara, por muy fuerte que se tenga la función gástrica (como era el caso). También hay que considerar que lo azufrado puede aumentar la "tensión hemorroidal".

Lo Ácido suele ocasionar con frecuencia disfunciones Renales (donde cabe también la "cistitis", considerada aquí como dificultad a orinar o suficientemente aun teniendo ganas); y también nos sirve en el Pentagrama como claro ejemplo para confirmar cómo el Sistema que se encuentra en oposición de 180º en el círculo, el Óseo, se ve afectado negativamente por aquel, es decir, que lo Ácido resulta ser descalcificante óseo (recordad que se utiliza en instrumental de cocina para quitar la cal depositada). Al igual que se utiliza también lo Ácido en el hogar como "desengrasante", de la misma manera influye en el Organismo; pero tened en cuenta, si se usa para tal fin, los efectos de tensión en el Sistema Nervioso y Articulaciones, y esto mismo puede ocurrir con las sustancias o elementos que se califican de "anticolesterol".

Lo Salado distorsionará la función Dérmica, haciéndola más vulnerable y con menos capacidad de transpiración (una de sus importantes funciones colaboradoras con lo respiratorio y renal). E igual que sensibiliza nuestra Piel, también nos hace más sensibles emocionalmente, pues induce a que sea lo Emocional lo que protagonice nuestras actitudes. Lo Dulce relaja el tono Muscular, que en lo psíquico conlleva el ser más "desprendidos" (contrario al efecto de lo salado), que llevado al Intestino Grueso hace más fáciles las deposiciones de vientre, razón por la cual los potentes laxantes pueden resultar empalagosamente dulces.

Lo Picante podrá actuar contra elementos de las Glándulas reproductoras, como por ejemplo la Próstata (en la Mujer equivale a la Matriz), pues induce al "acometimiento competitivo" sexual, pero no nutriendo al organismo, sino a modo de látigo que termina ocasionando extenuación orgánica. Desde otra consideración más esencial en el desarrollo de la Personalidad, tenderá a inducir la dispersión (evacuación) de la energía sexual, tan necesaria en los procesos de auto regeneración estructural psico-física del individuo, o bien su propia capacidad creativa proyectada al exterior.

Sabed que la Energía Sexual tiene la función esencial que he comentado, de auto regeneración, aunque se perciba (cuando la sentimos notoriamente) como inductora de actos sexuales, que sabiéndolos "trascender" nos posibilitan logros en nuestra personalidad y en nuestras obras muy dignos de ser considerados, sobre todo en aquellas personas que precisan superar adicciones, debilidades de carácter, necesidad de cambio de situaciones diversas, y un largo etc. Deberíamos saber captar en su plenitud el sentido que la Naturaleza infunde a esa energía, que es la de "Generación y Regeneración", pues perdiendo este norte, tendemos a derivar todo hacia la "dispersión" mediante la "evasión" de la responsabilidad en nuestro esencial cometido humano.

Lo Amargo resulta ser el sabor que menos tendemos a utilizar, pues entre otras cosas afecta negativamente al estado de ánimo, haciendo tender a la sensación de tristeza cuando se usa reiteradamente. Rebaja la energía de los órganos y los excesos de calor, tendiendo a evacuar los líquidos corporales.

Respecto de los Elementos Minerales del Pentagrama de la derecha, los he expresado con signo de intervención "negativa" ("-") hacia los Órganos que se encuentran "al otro lado de los Elementos" colaterales. Por ejemplo, el Azufre es negativo para el Hígado y el Estómago; el Potasio lo es para el Corazón (es bien sabido que puede llegar, una sobredosis, a generar una parada cardiaca) y el Pulmón; el Calcio lo es para el Corazón y el Riñón; el Sodio para el Hígado y el Pulmón; y el Magnesio lo es para el Riñón (tiende a retener líquidos) y el Estómago.

Ya expresé más atrás en este capítulo, que no todas las personas se ven afectadas de la misma forma por los mismos elementos, pues su constitución particular y el aprovisionamiento que puedan tener de factores nutrientes, harán reaccionar de distinta manera a sus organismos. Es por eso que habrá personas más sensibles que otras a las mismas sustancias bioquímicas, si bien la tendencia de éstas es la que el Pentagrama indica.

También suele ocurrir que el propio organismo tienda a retener unos elementos y a eliminar con facilidad otros, pues como ya dije, el Subconsciente de la persona es el que "comanda" tanto la búsqueda de determinadas sustancias a través de la Nutrición, como los modos de función orgánica a la hora de reabsorber o de filtrar los elementos que precisa el desarrollo de la personalidad que a cada cual le es propia. Por ejemplo, el filtraje renal es selectivo, no dependiendo de una "norma objetiva" orgánica, sino plenamente "subjetiva", es decir, del Subconsciente del sujeto en sí.

A la hora de considerar qué factor debe de tenerse en cuenta para seleccionar las características nutricionales de un individuo, ya que tanto se ha expuesto de influencias a favor y en contra, es importante considerar el "eslabón más débil" de la cadena que forma todo su Sistema, pues será éste el punto de debilitamiento de la integridad, cosa la cual no solemos considerar, sino que tendemos a nutrir la condición más fuerte que rige en la personalidad, siendo así como surge el desequilibrio orgánico al que llamamos Enfermedad.

Los Síntomas son una cosa, y otra la realidad engendrada por el organismo, a lo cual pueden asomarse los medios de diagnóstico basados en la "observación directa y en vivo" que posibilitan ciertas prácticas "naturales", pues sabemos que el "todo" es un holograma observable en muchos de sus elementos.

No esperemos a los síntomas del Cáncer, por ejemplo, cuya causa esencial está en aquello del organismo y su personalidad a lo que impedimos tome vida manifiesta, pues la Personalidad echará mano, de forma subconsciente generalmente, de aquellas sustancias, alimentos, etc., que le hagan posible tal marginación funcional orgánica, a los cuales terminaremos considerando como elementos cancerígenos, pero que en definitiva los buscamos para generar el ahogo celular de aquello que, una vez degradado hacia factores corrosivos, terminará atacando al resto de la personalidad que campaba a sus anchas en la dirección de los modos de ésta. Lo marginado terminará convirtiéndose en lacra social; lo que a afectos de un organismo son las enfermedades degenerativas más o menos irreversibles.

Respecto de lo que el Pentagrama expresa con "Calor, Seco, Viento, Frío y Humedad", términos muy utilizados en la medicina china, pero adaptados aquí al modo en que he desarrollado el Pentagrama, diré que son los elementos que caracterizan positivamente a los Órganos donde cada uno de aquellos están ubicados. El medio óptimo es entendible fácilmente en lo indicado para el Corazón, el Calor, tanto que si llegamos a sentir frío en la zona cardiaca, pareciera que la vida se nos va.

Al Estómago no lo favorecen los líquidos cuando se pide rendimiento en su proceso gástrico, pues dispersan sus secreciones, y esto lo podemos constatar cuando el estómago está próximo a un bloqueo funcional, donde los líquidos lo agravan, y suministrarle algo seco que absorba los líquidos que tiende a mantener inapropiadamente en él en aquellas condiciones, lo pueden ayudar a recuperarse de tal crisis. Son oportunos, por ejemplo, trozos de pan duro suficientemente masticados para ensalivarlos bien (no pan sin la sal ordinaria de éste), o bien unos simples y diminutos granitos de sal común (sódica) suficientemente diluidos en saliva. Los líquidos dilatan al Estómago, y un órgano dilatado merma sus funciones, cuestión que muestra con mucha claridad el análisis Visceral a través del Rostro (la Fisiognología que aquí tratamos).

Los Pulmones, cuya función se ejerce a partir de los contenidos del Aire, se tonifican más con el Aire en movimiento, el Viento, que con una atmósfera "quieta", pues es la manera en que se renueva la atmósfera que envuelve a la persona, a fin de no saturarla de las propias exhalaciones, esencial para la función Respiratoria que acometen aquellos.

Los Riñones son el filtro esencial del Sistema Linfático, por donde discurre la energía "fría" orgánica y que puede llegar a percibirse cuando el individuo se racionaliza suficientemente, al margen de toda actitud emocional. Sabemos también que sus funciones se intensifican en una atmósfera fría, aumentando la diuresis, y merman en una calurosa.

El Hígado, como filtro esencial del Sistema Sanguíneo y como responsable de las funciones de generación celular, requiere de un medio acuoso a través del cual intervenir en el organismo. Precisamente los Elementos que lo estimulan, el Magnesio por una parte y lo Ácido por otra, son factores de "retención de líquido" y de "disminución de la diuresis" respectivamente.

Y ya que hemos visto la gran utilidad que un buen Esquema nos ofrece para comprender correlaciones de Funciones orgánicas, así como de lo Mental y Visceral, añado ahora un esquema sobre las 4 Dimensiones que estructuran la condición Humana proyectada sobre coordenadas del Espacio-Tiempo, donde se incluyen no solamente sus aspectos corporales, sensitivos e intelectivos, sino también los calificados de extrasensoriales o más allá de los sensores físicos o del cuerpo.

Se trata de una de las Cuadraturas Circulares donde pueden proyectarse los valores de una Integridad, en este caso, como dije, las 4 Dimensiones de lo Humano:


 

Donde confluyen en la imagen anterior el Tiempo y el Espacio surge lo Corporal, el aspecto Vegetativo o lo puramente celular estructural. Sobre él se desarrolló lo Sensorial, y a partir de éste el Intelecto; el primero interviniendo desde Formas específicas de lo estructurado como Espacial, y el segundo interviniendo como aspecto etéreo precisado únicamente del Tiempo para su estructuración como factor de entendimiento.

Más allá de los factores espacio-temporales, queda el complementario de lo presencial o corporal, de connotaciones de Sensitivo-Intelectual pero desmarcado de espacio y de tiempo, es decir, atemporal e inespacial, como son los Valores que sabemos se contienen en lo humano pero que la Conciencia no sabe ubicarlos, ya que ésta surgió de factores espacio-temporales. Son los que venimos denominando Intuición, Precognición,Clarividencia, clariaudiencia, etc., a los que debemos llamar "los Sentidos de la Mente" o "Sentir Mental", que es lo que en definitiva define al término que expresamos como "Sentimiento", no necesariamente ligado al Corazón como suele decirse, sino a esa Dimensión extracorpórea que interviene al margen de lo sensitivo y lo intelectivo.

Esto anterior nos debe servir para dar carácter de validez a lo que pueda provenir de tal Dimensión humana, y que no por no poderse "constatar" tan fácilmente sus aportaciones, como acostumbramos sobre lo más palpable en el espacio-tiempo, deben ignorarse o menospreciarse.

Los Valores propios de esa Dimensión inespacial y atemporal no deben confundirse o atribuirles consideraciones de "imaginación" (fantasías), pues ésta es fruto del consciente en base a factores conocidos y llevados a esferas de creatividad abstracta. Lo propio de esta 4ª dimensión surge sin necesidad de precedentes instalados en la Conciencia.

Y para terminar este capítulo de Fisiognología, una vez expuesto lo anterior de 4 dimensiones, añadir una imagen expresiva de en qué áreas de la Cabeza pueden analizarse aspectos de los que la misma imagen indica. Las diferentes formas volumétricas de esas zonas informan de sus tendencias, formas que deben saberse interpretar:

¿Qué tal unas imágenes expresivas por sí misma de asuntos que se han expresado en este capítulo? Considero que una imagen puede quedar mejor en la mente del cotidiano que no muchas palabras, como usualmente se dice: "Una imagen mejor que mil palabras":












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