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Actualizada 16 agosto 2025
Si bien es usual la pregunta "¿Qué Soy?", como inicio de toda indagación, no por ello está justificada, pues ... no existe la Individualidad en sí misma, sino gracias a la Interacción en la Unicidad. Es decir, que el conocer Qué Somos es lo fundamental, a partir de lo cual podríamos pretender dar respuesta a la segunda pregunta.
No obstante, preguntarnos ¿Quién Soy? da por hecho que Somos alguien "específico", es decir, una Personalidad o un Sujeto bien diferenciado. Pero esto no resuelve algo que es más primordial: el "Qué Es" ese Sujeto de aparente Individualidad, ya que no existe más que la Colectividad, de donde toma sentido la presencia y acción de cada Sujeto.
El sujeto puede ser cualquier elemento de la Naturaleza, como por ejemplo, lo más usual, es que sea un Actor, un individuo sumergido en un Rol o Papel de quehaceres que su propia Mente ha generado, desde sí mismo e imbuido por las circunstancias y colectividad donde surgiera.
Por tanto, lo más esencial es la pregunta “¿Qué Somos?”, a partir de cuya posible respuesta podremos comenzar a “construir” ideas sobre lo que pudiera conducir hacia esa otra de “¿Quién Soy?”, dentro del entramado de construcción "mental" de un Ser específico.
Para la pregunta primera tengo respuesta un tanto compleja, pero que da la posibilidad de comprensión de, en primer lugar, nuestro surgimiento, y en segundo lugar el proceso evolutivo hacia el Quién Soy, objetivo trascendente del surgimiento en la Existencia.
Y esto puede enlazarse con las preguntas que me surgen sobre qué es lo importante a “ser” o desarrollar como individualidad ya existente, donde hay un cometido hacia sí mismo y hacia la colectividad donde surge y de la que se nutre y a la que aporta.
En los criterios espíritas, hay uno que se muestra como el esencial, que dice: “Sin Caridad no hay salvación”. Y si profundizamos en lo que muchos textos espíritas expresan, parece ser que es la Caridad el punto de inflexión principal para el progreso de las Almas.
En libros psicografiados con posterioridad a la Codificción Espírita, es decir, más actuales, se nos informa que después de la desencarnación podemos encontrarnos en esferas donde se construyen modos de vida análogos a los de la Tierra, si bien más perfeccionados y sutiles, según la Consciencia de Ser que hubiéramos desarrollado.
En tal condición debe constar lo que hallamos cultivado en nuestros Sentidos físicos cuando encarnados, y la capacidad de invención por el conocimiento desarrollado de utilidades y bellezas, con una imaginación ampliamente desarrollada, y una actitud firme de llevar al plano Creativo la energía que usualmente percibimos y nombramos como sexual.
En este contexto espiritual, no parece deba ser tan esencial el desarrollo de la Caridad (que por cierto no es un término muy nítido o específico, así como tampoco lo es el de Compasión), pero sí el de Solidaridad y Colaboración hacia el Bien, tanto en lo físico como en el sentimiento o moralidad. Pues sabemos que es más acertado enseñar a lograr el alimento o a cubrir una necesidad, que el hecho de dar de comer o aportar elemento de cobertura, por ejemplo.
Colaborar en dar respuestas a Qué Somos es, pues, crucial, dado que con ello se ayudará a encontrar y comprender vías para mitigar o evitar los problemas morales y físicos.
Para ello es importante que sepamos en primer lugar qué es el Cuerpo, elemento básico sobre el que nos volcamos tanto a abastecer sus demandas, como a su cuidado, para su mejor estado e integridad, necesario para los cometidos que nos propongamos en la vida material o corpórea.
Y si consideramos que la condición del Cuerpo es debido a lo que generamos en nuestro sentir y pensar sobre la realidad que Somos, desde lo que se va somatizando lo corporal, resulta que lo que nos aportará el equilibrio, interno y externo, es el conocimiento que tengamos de su funcionamiento o Fisiología, así como de la ejercitación de la Voluntad que pongamos en todo ello.
No se trata, pues, de centrarnos especialmente en Orar, sino de Laborar constructivamente, como lo hace Dios mismo.
Las Religiones mucho se empeñan en que Oremos, pero nada saben enseñar sobre saber Ser, dando conocimientos de Qué Somos y cómo afectan los factores vitales.
Tras lo anterior, considero oportuno exponer ahora el criterio de “Qué Somos”, lo cual expreso con lo siguiente:
... ...Dios, es Eterno, sin Principio y sin Final, Supremo en Amor y en Sabiduría. Las emanaciones surgidas de Él, son las Almas que dan lugar al Universo, como peculiaridades según los desarrollos a los que van dando posibilidades de Ser. Nacen Simples e Ignorantes, para generar en sí mismas los atributos de su Esencia. Gracias al Compartirse, desarrollan la Evolución que las lleva por las escalas de expresiones de Vida, desde el Átomo libre, al Ser Angelical. Al principio de los Tiempos, dan lugar a los Mundos de la Materia, sobre los que van surgiendo sus expresiones de Vida como criaturas animadas. Y así, los Mundos, evolucionando, constituyen los organismos que en agrupaciones regidas por La Inteligencia Suprema, dan lugar a Sistemas que constituirán el Universo. Todo, surgido del Amor y de la Sabiduría de Dios, inefable Creador, generando la Vida que desde Sí mismo expande en Sus constantes irradiaciones de Sus propios Valores.
Loado sea siempre el Hacedor de Vida, y hacia Él nos encaminemos conscientes, por medio de las constantes re-encarnaciones como medio de crecimiento y de purificación de hábitos indebidos. Seamos Paz, Bondad y Solidaridad, dando lugar a Mundos de Amor, regidos por Él, y la sublime Sabiduría.
... ... Tras lo anterior, podemos concretar que... ...
Somos Almas, surgidas como "peculiaridades del Infinito", desarrollando "Estructuras de Conciencia de nuestra propia singularidad" [que en los planos de la Materia llamamos Cuerpos], para ir evolucionando nuestra propia Consciencia de Ser, creciendo en Sabiduría y en Amor a través de reiteradas vivencias por los Mundos materiales; alternándolas con estados libres con sólo nuestra condición espiritual, fluídica, inmaterial y eterna; experimentando infinitas formas y modos de Ser, hasta alcanzar la pureza de Sentimiento, de Pensamiento, de Actitudes, y expresiones de solidaridad y apoyo a todos los reinos de la Naturaleza, visible y no visible, para juntos alcanzar la condición de Espíritus Puros, desligados de todo interés que no sea el servir a Dios, nuestro Creador, en su infinito Plan de instruir y elevar la Consciencia hacia Su propia condición de Bondad, Misericordia, Justicia e Inteligencia, que en definitiva son los Pilares de la Vida, concretados en Sabiduría y Amor, vinculados a Infinitud y Eternidad en su desarrollo progresivo.
... ... El Cuerpo, pues, es el vehículo que precisa el Alma para expresarse y desarrollarse en los mundos de la Materia, así como el Periespíritu es el revestimiento sutil del Espíritu en los planos espirituales.
Así como el Periespíritu expresa en sí los Valores desarrollados por el Espíritu, el Cuerpo no expresa en sí las cualidades del Alma, sino que en función de su estado y desarrollo en cada época y momento, expresa las posibilidades de manifestación e intervención del Alma; por tanto, es crucial saber qué precisa, tanto en su nutrición, dinámica, aplicaciones y cuidados, para no ser un factor limitante, sino colaborador del Proyecto del Alma o Ser encarnado. Asunto muy trascendente y que no observo se tenga bien en cuenta en los ambientes espirituales, como si el Cuerpo fuera un lastre o un factor denigrante del Alma y no su imprescindible herramienta de Encarnación para su proceso Evolutivo.
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Existe una expresión, la de "La Cuadratura del Circulo", que bien interpretado se traduce en: los Cuadrantes en que, el Círculo que expresa una Identidad, debe ser considerado, y donde encuentran explicación correlacionada los elementos que componen su integridad.
Dios no es definible por la Conciencia humana, si bien tendemos a interpretarlo como Lo Infinito y Eterno, conjugado con el Amor y la Sabiduría en grado Supremo o Inconmensurable, aunque estos términos no lo "definen", pues no son Él, sino únicamente expresan de sus Valores más Esenciales o significativos.
Personalmente utilizo una imagen, de lo que he citado como Cuadratura del Círculo, que nos ayuda a, en primer lugar, comprender la Estructura del Ser Humano, de cómo se relacionan sus 4 Dimensiones [la Corporal (1ª), la Sensitiva (2ª), la Intelectiva (3ª) y la Extrasensorial o Etérea (4ª)], para pasar tras ella a exponer cómo podemos captar la correlación o conjugación de los Valores Esenciales que consideramos de Dios:
Si Somos Hijos de Dios, surgidos de Su Esencia, a imagen y semejanza pues, entonces la imagen que sigue puede ayudarnos a comprender cómo se entrelazan los Valores de Dios.
Además, cosidero importande dejar aquí lo que Jesús dijo a la
samaritana de Sicar (Samaria) en el pozo de Jacob, cuando le pidió de beber: "Se acerca la hora, y es ésta, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre
en Espíritu y Verdad. Porque el Padre también busca hombres que lo adoren así.
Dios es Espíritu, y es necesario que, aquellos que le adoren, le adoren en Espíritu y
en Verdad”.
Una vez expuestas las dos imágenes anteriores, pasemos a contemplar la diferencia entre la Estructura del Humano Encarnado y la del Humano Desencarnado:
Conocemos que el Alma, en su constante y eterna Evolución, va generando esas Estructuras de Consciencia que llamamos Cuerpos, a través de los cuales se vale para expresarse en los mundos de la Densidad donde va tomando conciencia de los Valores que desarrolla en aquellos. No obstante, Ella sabe que no es el Cuerpo que genera, sino sólo una maravillosa herramienta para tal fin, que va abandonando cíclicamente entre cada una de sus vidas manifiestas, para retomar una muy análoga en su siguiente proceso evolutivo como Alma (Espíritu en sus procesos de encarnación). Diferente es el criterio de la conciencia humana, que contemplando su "existencia" desde sólo los sentidos corpóreos, no alcanza a ver su Realidad completa, creyéndose el cuerpo y el personaje que con él expresa.
Una vez Desencarnada, ya desprovista del traje terrenal, se verá revestida del Periespíritu, o envoltura sutil que le otorgará la peculiaridad presencial que asumirá mientras permanezca en los planos etéreos espirituales. Envoltura que podrá ser de aspecto análogo a su Cuerpo terrenal mientras se mantenga apegada a sus vivencias emocionales encarnadas, que al mismo tiempo condicionarán sus experiencias en ese otro plano espiritual. Vemos en tal proceder la importancia de lo que Pensemos y a través de ello Sintamos, pues damos forma así a lo que nos envuelve como realidad que viviremos mientras nos mantengamos en tales criterios de pensamiento.
De análoga manera debemos considerar la imagen que expuse de la correlación de los Valores de Dios, respecto de su Creación, que desde nuestra conciencia definimos como el Universo. Éste vemos claramente que "no es Dios", si bien Dios está en todo él, como lo está en cada uno de nosotros (encarnados o desencarnados). En Dios es la Sabiduría y el Amor supremos, que conjugándose dan lugar a la Creación de los Espíritus que, evolucionando como Almas, van desarrollando en ellos los Valores de la Esencia divina de su progenitor. Y es así como en los planos más alevados de la Vida (que no necesariamente del Universo, pues aunque infinito no es eterno, sujeto a constantes muertes y nacimientos, como las propias células y organismos de nuestro Cuerpo), van desarrollándose y expresándose Espíritus cada vez de más pureza, sutileza, amor y sabiduría, colaborando en la obra constante de Creación/Evolución de todo cuanto Es.
respecto de qué resulta importante cultivar para nuestra situación después de la desencarnación:
El libro "Volví", dictado por el espíritu del Hermano Jacobo y psicografiado por Chico Xavier, ofrece en su interior interesante información a tener en cuenta respecto de lo que se expresa en esta página, a saber:
* Capítulo VIII "La Llegada", al final del apartado "En diferente paisaje": "... ¿Por qué no me había recordado con mayor frecuencia en la Tierra, de que retornaría al Hogar Espiritual? Había pensado en la muerte, la esperara con serenidad y providenciara cuanto juzgara justo para cuando mi cuerpo exhausto bajara al sepulcro; pero no había supuesto que la vida, aquí, fuera tan natural. Si lo hubiera sabido antes, me hubiera preocupado en sembrar el bien y la luz más intensamente, en la causa que abrazamos".
* Capítulo X "Nueva morada espiritual", en 2º párrafo de "En la intimidad del hogar": "... oración breve, en la que rogué al Todo Poderoso que me amparara en la nueva vida y bendijese mis propósitos de progresar en la práctica del bien y en el conocimiento de la Verdad".
* Capítulo XIV "Excursión confortadora", en párrafo 3º de "La palabra de un gran benefactor": "... no es suficiente probar la supervivencia del alma individual después de la muerte, ni situar nuevos patrimonios [inventos técnicos] de la Naturaleza a la disposición de la inteligencia del hombre, sino más bien, promover inmediatos recursos de dignificación de la personalidad humana.
* Capítulo XIX "La sorpresa sublime", en párrafo 11º de "Nuevo despertar": "No te olvides de que el amor da siempre, principalmente de sí mismo, de sus propias fuerzas y alegrías".
* Capítulo XX "Retorno a la tarea", en párrafo 7º: "... el primer problema de la conciencia interesada en adquirir Amor y Sabiduría, es el de enriquecer la lente de la propia comprensión, perfeccionando y dilatando su poder, con el fin de que pueda reflejar y diseminar la Eterna Grandeza del Señor, aprovechándola para sí y para los otros".
Si deseamos profundizar más, al hilo de lo anterior, en qué es esencial en nuestra pretensión de elevar nuestro espíritu, consideremos la siguiente reflexión:
Fundamentos del “Ser útil al prójimo en la devoción fraterna”:
“Amarás a Dios sobre todas las cosas, y al Prójimo como a Ti mismo”. De estos 2 Mandamientos depende toda la Ley y los Profetas.
De forma análoga podemos expresar lo segundo de la siguiente manera:
“Cosechamos lo que sembramos”. Que de una manera más práctica sería: “Haz en los demás lo que desees para ti mismo”.
CompartirNos es el Principio de Creación y Destino del Universo. Gracias a “lo que damos de nosotros mismos” es que recibimos, y ocurre en analogía de Valores, es decir, que de lo que demos es de lo que recibiremos: si damos Paz, recibiremos Paz; si generamos odio, el odio nos envolverá. Mas no siempre recibiremos de allá donde donemos, pues la Vida es un conglomerado de factores, tanto complementarios como antagónicos, y cada elemento y sus circunstancias tienen su tiempo de emisión y de recepción, en función de la necesidad de su proceso evolutivo. Todo está correlacionado y se mueve dentro de una Unicidad donde todo fluye regido por la Sabiduría y Justicia divina.
Analicémonos para percibir de qué estamos carentes, que nos esté generando algún tipo de desequilibrio físico, mental o emocional, y busquemos la manera donde poder ayudar a otros en lo que es nuestra carencia, para que, cultivándolo en el otro, nos llegue igualmente tal fruto. Es decir: el prójimo es la tierra ideal donde llevar la simiente de aquello que queremos cosechar. Y según la calidad y abundancia de lo que sembremos, así será la condición de nuestra cosecha.
Nada se cosecha realmente (con integración en nuestro Ser) invirtiendo en nosotros mismos, es decir, dándonos. La Ley del Progreso exige del Compartir, mas no de lo que “poseemos” o está en nuestro entorno, sino de lo que forma parte de nosotros mismos, es decir, de lo que “somos”. Y sobre esto, el párrafo del libro Volví que expresa "No te olvides de que el amor da siempre, principalmente de sí mismo, de sus propias fuerzas y alegrías", es la gran verdad que debemos tener siempre presente si buscamos el Dar y no simplemente Aconsejar, dirigir o sugerir. Y considera que “dar de tus propias fuerzas y alegrías” (o de cualquier Valor o cualidad que tengas), lleva consigo el poder percibir su pérdida por algún tiempo, señal inequívoca de nuestra donación, pero que al ser un Valor ya cultivado en nosotros, tendremos los recursos para poderlo de nuevo cultivar, lo cual se hará ahora en mayor medida.
Si tras lo expuesto tienes interés en conocer del Cuerpo en sus detalles importantes, te sugiero visites la Web "Nuestro Cuerpo", donde encontrarás los factores más esenciales a considerar del mismo, desde los cuales se accede a cada página que los profundiza.
Y si deses escuchar lo que en modo Poemas puede expresarse sobre lo que Somos, aquí tienes Vídeos y Audios:
Lo que contiene el Vídeo-Poema anterior de "Hacia el Amor y la Paz" sobre la Pareja Hombre y Mujer, ha de extenderse a todas las Dualidades Polares que caracterizan la vida en la Tierra, y en cuyas desarmonías, pugnas y rivalidades constantes, generan el caos que caracteriza nuestro Orbe: lo Masculino y lo Femenino, lo Racional y lo Emocional, el Norte y el Sur, las Derechas y las Izquierdas, el Gobierno y el Pueblo,... y toda clase de divisiones sociales.
Para comenzar a entender este conflicto tan generalizado, debemos mirar en primer lugar hacia la Dualidad Polar existente en cada individuo, su mitad Racional y su mital Emocional, pues estamos constituidos de dos partes bien diferenciadas en cuanto a posibilidades y tendencias de acción y de considerar todo. El conflicto existente dentro de nosotros mismos, bastante generalizado, es lo que se exterioriza a los demás órdenes de vida, y de ahí tal caos global.
El "Individuo" está constituido por 2 Polaridades indivisibles, es decir, 2 grupos de Valores en cierto modo antagónicos, sin posibilidad de "separarse" (distanciarse). De ahí el término "Indivi-Dualidad". Y podemos concebir que en eso se encuentra la razón de la aparición de la Pareja del Hombre y de la Mujer, lo Masculino y lo Femenido separadamente, en la posibilidad de "combinarse", es decir, de "compartirse", los Valores propios de cada Polaridad, a fin de que puedan estos crecer evolutivamente. La Pareja, como tal la concebimos en lo terrenal, dentro del marco propiamente Espiritual, no parece tener relevancia para el cometido que se planteen o tengan en tal plano.
Yo denomino a la Pareja Humana como "Divi-Dualidad", es decir, una Dualidad divisible en lo espacial. [Obsérvese la diferencia entre "Indivi" y Divi" de cada uno de esos dos modos de Dualidad]. La Pareja, en realidad forma Un Individuo especial, separable en lo espacial, pero que comparten sus Valores más allá de lo que ellos mismos conciben. Los "lazos emocionales" que entre ellos se generan (tanto de amor como de odio o cualquier otro modo de vincularse emocionalmente), posibilitan lo que llamo "trasvases" de la energía de Valores que pueden caracterizar a cada cual, y en cuya "asociación" uno refuerza unos valores , cualidades o actitudes, y el otro otros, causando merma en el otro de lo que cada cual "acapara" más para sí mismo. Y sobre esto podemos hallar diversos casos asociativos de criaturas de un género, con predominio del contrario, como ocurre, por ejemplo, cuando el Alma está en proceso de cambio de género de una vida a otra.
En realidad, todo eso del Compartirnos y de los Trasvases, ocurre en el plano general Humano, de ahí que nos consideremos una Unicidad Global, pues el compartir ocurre en todo cuanto podamos concebir de aquello por lo que nos motivamos o desmotivamos, y lazos emocionales existen por doquier con excesiva facilidad en la era que vivimos.
Y como Resumen de lo expresado,
una imagen que habla por sí sola
de lo más trascendente a considerar:
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Poemas creados por mi apreciada amiga Katty M: "La Tarea elegida", y "Corrientes de Vida":
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