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Nuestra Respiración


actualizada: 29 enero 2025

 

Consigamos Armonía en todo nuestro Ser a través de ejercitarnos en una Respiración Serena y Profunda.

01 Situémonos en primer lugar en una posición cómoda y hagamos tres o cuatro respiraciones por la nariz, profundas y tranquilas, para poder centrarnos mejor en lo que vamos a hacer, y continuemos luego respirando de forma serena.

02 Con nuestra primera respiración, al nacer, tras salir del vientre materno, iniciamos nuestro camino de desarrollo como Personalidad independiente. A medida que nuestra respiración va siendo más amplia y profunda, mayor es el grado de posibilidad de autodeterminación de nuestra Persona.

03 El Aire es el fluido a través del cual discurren nuestros Pensamientos, y a través del cual se hace posible nuestra relación con los demás. Nuestro modo de respirar condiciona el modo en el que establecemos la relación con nuestro propio Cuerpo, la relación con las demás personas y la relación con las circunstancias familiares, laborales y sociales que van apareciendo en nuestra vida; y según sea el modo en que respiremos en cada momento, así será nuestra capacidad para abordar con menor o mayor eficacia aquello que tengamos por delante.

04 Respirar por la Boca bloquea la intervención de nuestra Conciencia y nos deja en manos de nuestras reacciones instintivas temperamentales. Así pues, es importante procurar la descongestión y el uso de ambas fosas nasales. Cada una de ellas posibilita la intervención de un Hemisferio de nuestro Cerebro.

05 Cuando estamos ante una situación que nos afecta negativamente, nuestra respiración tiende a ser insuficiente o quizás acelerada, dificultando la intervención de nuestra Razón y, con ello, no podremos afrontarla oportunamente, estando dados a reaccionar desde nuestras inercias instintivas, sin la oportuna intervención del Discernimiento.

06 Debemos tomar el Aire por la Nariz y soltémoslo igualmente por las fosas nasales; de esta manera tomamos más control de nuestra Mente y tomamos más Conciencia de nuestras Sensaciones, para que luego, en nuestra vida cotidiana, seamos más dueños o dueñas de todas nuestras situaciones.

07 Con nuestra respiración serena y profunda, a través de la cual vamos consolidando en nosotros un estado de ánimo controlado en gran medida por nuestro Discernimiento, nos constituimos en Filtro de la cualidad y validez de los Pensamientos, permitiendo que pasen de largo los inoportunos, y tomando nota de los que vienen a sernos útiles para nuestro logro de Paz y eficacia Vital.

08 Los Pensamientos, aunque los percibamos en nuestro interior, son el fluir constante de la Energía Mental a la que vamos dando lugar entre todos los seres humanos. Nuestro Cerebro es la antena receptora que canaliza hacia nosotros a todos aquellos Pensamientos que de alguna manera sintonizan con alguna de las tendencias o hábitos que en nosotros puede aún tomar cuerpo.
Y llegan a nosotros para que constantemente vayamos conociendo qué cualidad va alcanzando nuestra condición humana, y hacia dónde queremos irla conduciendo. No vienen pues, los pensamientos, para que los tomemos y nos recreemos en todos ellos, sino para que nos analicemos a través de la condición de los que canalizamos, y para que determinemos qué queremos hacer con ese fluido imparable, si permitirles su incansable fluir o ralentizarlos para mantenernos en un estado de serenidad, tomando de ellos sólo lo que vaya en consonancia con la Personalidad que queremos desempeñar.

09 Inspiremos Profundamente, pero con Serenidad, sin Prisa alguna, hasta que no quepa más Aire, llenando así de energía todo nuestro ser, cada una de nuestras Células y cada rincón de nuestra Personalidad.

10 Tras cada Inspiración, retengamos el Aire unos instantes en nuestro Interior, para aprovechar mejor el contenido de esa Energía vital y lograr así mayor poder sobre nuestros Pensamientos.

11 Al soltar el Aire, al ritmo que éste quiera salir, sentiremos cómo adquirimos mayor relajación en nuestro Cuerpo y en nuestra Mente, y también mayor habilidad para desprendernos de las afectaciones que tienden a prenderse en nuestros estados de ánimo.

12 El Ritmo de nuestra respiración será el que cada cual pueda ir desarrollando, teniendo presente la importancia de respirar con Serenidad y con la plenitud que nos permita nuestra capacidad pulmonar, a fin de que vayamos experimentando, cada vez más, un mayor grado de bienestar mental y relajación corporal.

13 Prestando atención a cómo nuestra Respiración se hace Despacio y Profunda, nuestro Pensamiento se aparta de las preocupaciones habituales, centrándose en percibir el bienestar que produce este modo de respirar, apartándose de la atención hacia cualquier otra tarea que no sea lo que estamos haciendo y sintiendo en nuestro Cuerpo y en nuestra Mente, aportándoles mayor Armonía y Equilibrio.

14 También, iremos percibiendo y comprendiendo que tanto los pensamientos como los estados de ánimo que llegan a nuestra Mente, son algo ajeno a nosotros mismos. Lo que somos realmente, es ese Personaje que percibe lo que discurre por dentro, y es él el responsable de lo que permitamos que se instale en nosotros.

15 Mientras no aprendemos a ser nuestros propios observadores, de ser conscientes de qué estamos viviendo en cada instante, vamos perdiendo la mejor parte del enriquecimiento que nos ofrece la Vida, desperdiciando la utilidad que ésta tiene en nuestra condición humana; algo semejante a lo que en nuestro Cerebro ocasiona el uso del alcohol, el tabaco y demás atmósferas que impiden el desarrollo de la Conciencia.

16 Lo que permitimos que se instale o quede en nuestro interior, del tipo de Pensamiento o de estado de ánimo, es lo que va configurando nuestras circunstancias externas, precisas para que ese Pensamiento o estado de ánimo al que hemos acogido, pueda tomar vida a nuestro través; es decir, para que realmente lo experimentemos en nuestra vida.

17 Así, los estados anímicos internos que se instalan en nosotros y nuestra manera peculiar de afrontarlos, van dando lugar a las situaciones Futuras que la Vida nos va trayendo; siendo de esta manera como nos constituimos en constructores o creadores de nuestro Futuro.

18 Los procesos humanos no están regidos por las palabras o los hechos externos, sino por las actitudes que vamos generando en nuestro interior hacia cada cosa. De aquí la importancia de evitar confrontaciones dialécticas y la búsqueda de remedios externos o materiales. Aquello que vayamos dando vida en nuestro interior, en nuestros estados anímicos internos, es lo que irá transformando realmente lo que del exterior o del cuerpo o de los demás queramos ir viendo de otra manera.

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