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[ revisada el 30 octubre 2021 ]

 

Estás en la página de "Astrología racional"
Criterios personales de Astrología que trascienden la ortodoxia astrológica, yendo más allá de la mera Razón y de consideraciones Emotivas, aunando valores de Acuario-Escorpio-Sagitario en la dialéctica de Piscis.

 

 

 

La imagen anterior nos ayudará a comprender el por qué de las influencias astrales según desde donde provengan, teniendo en cuenta nuestra posición en la Tierra en el instante concreto que analizamos.


Dado que es muy importante en los acontecimientos astrológicos, como ya iremos viendo, la posición y condición de la fase en que esté la Luna, se inserta un widget que nos irá informando de ese detalle:

La Luna hoy
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Una imagen que nos irá introduciendo en contenidos de lo que defino como "Astrología racional" es la siguiente, desde la que iremos viendo la estructura del ser humano y su vinculación con los diversos aspectos del Zodiaco, y que más tarde iremos asociando a esos mismos valores astro-energéticos, pero en la disposición de "libre ubicación" fuera de la estructura fija zodiacal, es decir, a sus respectivos planetas/astro/luminaria (planetas-sol-luna).

Esta imagn animada (GIF) muestra el proceso paso a paso:

Esta otra imagen anticipa algo al respecto de esas "energías zodiacales libres":

A quien la complementa de una manera orientativa del enfoque racional, esta otra imagen:


A partir de aquí todo irá exponiéndose gradualmente, paso a paso.
 

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Influencia de las energías astrales según desde donde vengan:

La imagen de cabecera del Grupo (puedes ir a ella con ese link y regresar aquí luego con el botón "Atrás" del navegador) te posibilita ver que no es lo mismo que un planeta esté situado en el "Medio Cielo" -perpendicular a donde estás- o en un área más cercana al horizonte -con mucha inclinación-, o bien por debajo del horizonte (atravesaría ya parte de la Tierra) o, incluso, por el área del "Fondo del Cielo" -al otro lado de la Tierra respecto de donde tú estás, atravesando "toda" la Tierra-.

La atmósfera terrestre juega un importante papel de protección de todo aquello que está fuera de ella, y las energías astrales no van a ser una excepción. Es así que toma una importancia muy relevante aquello que se sitúa sobre nuestra cabeza, pues atraviesa el menor índice de protección atmosférica y, al mismo tiempo, con menos carga de polución o densidad generada por lo cercano de la Tierra hacia la línea del horizonte (levante y poniente).

Lo que llega del Medio Cielo está muy desprovisto de influencia "terrena", contrario a lo que viene desde el Fondo del Cielo atravesando la estructura de la Tierra. Es por ello que lo primero alimenta especialmente lo "mental" y lo segundo lo "corpóreo".

Y respecto de Levante y Poniente, genera mucha más motivación, habitualmente, aquello por donde nos van apareciendo las nuevas influencias, por donde va despertando el día y los acontecimientos, el área de Levante, tomando así el Ascendente un protagonismo vital en la persona. Podemos decir sobre éste que es el área hacia las que se proyecta el individuo, o lo que viene a ser aquello que percibimos de su persona, de aquí la importancia que suele darse a los contenidos del Ascendente de una carta astral. Por contra, el Descendente es aquello que "deja para sí", para su vida más interna; aquello donde tienen lugar sus actitudes más reservadas. El primero se vincula a circunstancias de más vitalidad, y el segundo a situaciones de salud/enfermedad y a la necesidad de apoyo de otros o dependencias (iremos viendo esto último más adelante).

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Todos tenemos de todo:

Hemos de modificar nuestra idea de que "¿somos según el signo zodiacal donde nacimos?". De aquí parten los principales errores de interpretación y perjuicios hacia la Astrología.

Al igual que todos tenemos los mismos músculos y los mismos huesos, pero somos personas muy diferentes unos de otros, pues todo está en cómo sean esas diferentes estructuras y cómo estén combinadas, así ocurre con los signos zodiacales y la combinación que cada cual tenga de los planetas que se ubiquen en cada uno de aquellos.

No es igual tener una conjunción planetaria de Marte-Saturno-Plutón, que tener a Saturno en oposición a una conjunción Marte-Plutón, que el tener una de estas opciones en el signo de Libra o en el de Acuario. E igualmente será muy diferente tener a la Luna en oposición al Sol (caso de luna llena), que Luna y Sol en conjunción (caso de luna nueva). Y además de en qué lugar de una carta (si Ascendente, Medio Cielo,... "casa" 2, casa 5,…) se tiene alguna de estas características, lo cual va a ir en función de la hora del acontecimiento (nacimiento, suceso,…). Puede que alguna de esas características que apunto modifiquen enormemente la condición o tendencias de una persona respecto de lo que pudiera significar el signo zodiacal donde tenga al Sol, signo zodiacal de su nacimiento, o incluso lo que para ella sea el Ascendente, por ejemplo.

La imagen múltiple que sigue ilustra algo de esto. Observemos que en la imagen "1" hay fuerte conjunción planetaria en el Medio Cielo, en contraposición de la imagen "2", en que uno de esos planetas está en "oposición" -con tendencia o influencia contraria y no "unida"-. En el caso de la conjunción de la Luna con el Sol de la imagen "2", ambos, como factores energéticos contrarios, tienden a anularse recíprocamente, diferente de la imagen "1". La figura "3" muestra una posibilidad de que el signo zodiacal de ese individuo, Aries (Sol en Aries), tenga esa condición al mínimo de posibilidades, por el eclipse de la misma que hace la Luna donde mismo el Sol, así como por lo que acaparan de protagonismo en esa personalidad la conjunción planetaria de Mercurio-Júpiter-Urano en la parte contraria de la carta, en Libra. Sobre ello iremos comentando poco a poco, y en más breve tiempo, del papel que juega la Luna en su rotación mensual por todo el zodiaco.

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La hora de un acontecimiento es muy importante

La hora exacta de nacimiento es algo muy importante para poder determinar hacia qué áreas (se llaman "casas" en Astrología) de la personalidad encauza los diversos valores zodiacales la persona en cuestión, diferente de sólo conocer la posición de los diversos planetas en los diferentes Signos zodiacales, que muestran qué fuerzas o energías se aúnan en la personalidad que estudiemos.

Precisamente, algo a lo que se le da mucha importancia es al Ascendente (y la tiene, pero también los otros puntos cardinales de la carta), y su localización está en función de la hora, pues señala, como antes dije, un "área" específica de la carta, que es lo que proyecta la persona de sí hacia el exterior, hacia los demás ajenos.

Tan importante como el Ascendente es el Medio Cielo, aunque no sea lo que los demás van a ver de la persona, pero sí la fuerza principal que el individuo percibe de sí mismo, fundamental para la cualidad de su propia autoestima.

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La Cuadratura del Círculo
-distribución circular de los valores zodiacales-

Estamos dados a pensar que todo surge en una relación "lineal", desde un punto inicial y hacia un punto final alejado del comienzo, pasando por un desarrollo central de apogeo o de máxima expresión. Pero nada de esto ocurre en todo cuanto se manifiesta a la Vida física, sino que todo lo hace de una forma "tetra-dimensional", en cuatro polaridades que, complementándose entre sí, hacen posible la permanencia de la manifestación material o física de que se trate. Para representar la falsa opción lineal, tenemos que recurrir a veces a la figura circular, pues sabemos que los extremos vuelven a "coincidir", como ocurre con el espectro cromático de la Luz (colores del arco iris).

Los colores inmersos en la Luz blanca, las emisiones de un cuerpo radiactivo, la estructura atómica y la del ADN, los niveles de energía de los diferentes elementos químicos e incluso la estructura visceral desarrollada por el ser humano que ha dado lugar a la diferenciación cualitativa de nuestros hemisferios cerebrales, tienen esa expresión tetrapolar que expresé anteriormente, en base a la cual se "organiza" la vida en sus variadas manifestaciones.

El Círculo Zodiacal no puede ser considerado, pues, una correlación lineal, sino cuatro fuerzas que se estructuran de manera complementaria y compensatoria. Cada una de ellas con sus correspondientes Inicio, Apogeo y Declive (signos Cardinal, Fijo y Mutable en terminología astrológica), a modo de una figura piramidal, con sus cuatro caras triangulares.

La imagen que sigue muestra lo que comento en el párrafo anterior y nos servirá para irnos adentrando en la significación de los diversos Valores o Signos Zodiacales, en los que nada se repite de unos en otros. Observemos en la figura de la derecha que los puntos de "arranque" o entrada de energías en cada cuadrante es en torno a la línea del horizonte, lo extremo de la personalidad, dirigiéndose hacia los "picos" centrales de ésta, donde se transmutan los valores que fueron desarrollándose en los sectores (Signos) precedentes de cada cuadrante o dimensión, de ahí su condición de áreas de "dispersión" o declive (mutable) de aquello ya alcanzado (inicio) y desarrollado en extremo (apogeo). Nada comparable con la tradición de que "tras" un signo mutable se encuentra un signo de inicio, pues sus valores en nada se entrelazan.

Respecto del "camino" circular que llevan los planetas en sus desplazamientos por la Eclíptica, nada condiciona la realidad estructural del Zodiaco, pues una cosa es la configuración de la personalidad o entidad que analizamos, y otra el modo en que van "moviéndose" o interviniendo sus componentes "libres", supeditados al desplazamiento circular o elíptico del espacio-tiempo donde la personalidad se sumerge.

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Naturaleza de cada Signo Zodiacal

En el apartado de la Cuadratura del Círculo que comentamos antes y respecto de la tetra-dimensionalidad citada, vemos que los llamados signos Fijos son los Centrales de cada Cuadrante (Tauro, Leo, Acuario y Escorpio), cuadrantes que dos a dos definen hemisferios de características específicas y que la imagen de más arriba "Trilogía del Ser" da bastante orientación. Los dos cuadrantes inferiores hablan de "lo corpóreo" y los dos superiores de "lo mental"; pero también, los dos hemisferios de la izquierda hablan del plano "consciente" de la persona, lo de afuera, y los dos de la derecha del "subconsciente", lo de dentro.

Lo Corporal lo constituye la estructura física en sí (1ª dimensión: elemento Tierra), y lo Emocional es aquello a lo que dan vida los Sentidos del cuerpo (2ª dimensión: elemento Fuego). En lo mental tenemos en primer lugar al Intelecto (3ª dimensión: elemento Aire), el cual ha sido el resultado evolutivo que aportaron los sentidos corporales. Y al igual que lo corpóreo tiene "sus sentidos", lo mental tiene también sus sentidos, el "sentir mental", lo que hemos venido a llamar "sentimientos", la percepción no ubicada en elemento material, lo extra-sensorial. Este Sentir Mental constituye la 4ª dimensión: el elemento Agua. Observamos que el orden de las Dimensiones no es lineal, sino que se configura en función del orden en que han venido desarrollándose en la condición animada. En lo ya humano, lo Corporal (lo visceral) se inicia de una forma paralela (al mismo tiempo) a lo Mental (lo cerebral propiamente dicho), algo a poder percibir con claridad en la embriología del cuerpo humano. Puede leerse sobre esto en la siguiente "WEB".

Inherente a cada una de las fases (inicio, apogeo y declive) de cada dimensión es como debemos considerar a cada uno de los Signos Zodiacales que se ubican en ellas. De esta manera superaremos las incongruencias y contradicciones que encontramos con facilidad en la Astrología tradicional, más dada al uso de la misma como factores de contenido psíquico que como valores contenidos en la estructura psico-física de una personalidad, que es donde la Astrología se presenta como una herramienta muy valiosa.

La imagen que sigue nos muestra los valores esenciales de cada Signo, que como veréis, si bien las tres "actitudes" de cada dimensión son análogas, el "elemento" sobre el que se aplican les confiere una clara diferenciación de contenidos y desarrollos, algo que diferencia radicalmente a lo que son los valores esenciales de cada Signo zodiacal, donde ninguno contiene lo propio de los demás. Pero ¡ojo!, no pensemos que una persona es "tal o cual Signo" y de ahí sus modos de ser, pues cada individuo tiene en sí "de todos los valores zodiacales", y la resultante de su personalidad será la que deriva de las combinaciones que en ella toman todos aquellos, según se dijo en "Todos tenemos de todo". Un simple Signo es un simple valor de los diversos que configuran una personalidad.

Llegado a este punto nos encontramos con algo que la Astrología ortodoxa expresa de otra manera. Se trata de lo que se viene concibiendo como signos "de tierra", "de fuego", "de aire" y "de agua". El esquema que muestra la imagen anterior no contradice lo tradicional, aunque hay que concebir sus razones de la manera que las dos imágenes siguientes lo desarrollan. Es decir, que a pesar de que la base esencial de los signos de cada dimensión es del elemento de ésta, la misma para cada signo de un cuadrante, los comportamientos de los signos "laterales" (de inicio y de declive o dispersión) se adecuan a una proyección propia del cuadrante que los complementa.

Sabemos que "todo está en todo" pero de diferente forma estructurada. Los cuatro Elementos están en cada uno de los Signos, pero interviniendo desde una estructuración distinta. Cada signo de cada cuadrante, para ser tan divergente de los demás de su mismo elemento (según expresa la cualidad de su "actitud"), adquiere un comportamiento propio de elemento diferente (nunca del elemento de su dimensión contraria). Los signos Centrales lo hacen desde la radicalidad de su propio elemento, y los signos laterales o extremos de un cuadrante lo hacen bajo una tendencia especial del elemento de su cuadrante más alejado. Veremos esto tras (debajo de) la imagen que sigue.

Así, Tauro actúa desde lo muy terreno, Leo desde lo muy sensorial, Acuario desde lo muy intelectivo y Escorpio desde lo muy extrasensorial. Aries lo hace desde una influencia de Fuego, Géminis desde una de Aire, etc.

Vemos en la figura de arriba a la izquierda de qué manera se estructuran los elementos en cada signo central. Podemos expresarlo a modo de los elementos que estructuran un planeta, como nuestra propia Tierra. En ella, aunque los 4 elementos están en todas sus áreas, su corazón o centro es más específicamente de Fuego, su cuerpo lo constituyen la Tierra y el Agua, y su atmósfera el Aire. Analizando ahora por ejemplo a Tauro, tendremos: En el centro o corazón se sitúa el valor Tierra, su cuerpo lo forman la unión de Aire y Fuego, y fuera del cuerpo (que lo toman para su cuerpo los signos colaterales) se sitúa el Agua, el elemento de su dimensión opuesta. Es decir, que Tauro actuará desde un "corazón" de Tierra, y no contendrá en él al elemento Agua. Si analizamos a Leo, su corazón es de Fuego. Acuario tiene un corazón de Aire, y Escorpio de Agua.

Esto nos va a servir posteriormente para comprender los significados de los "aspectos" entre planetas y, al mismo tiempo, de los propios Signos zodiacales.

Completando el contenido que cada signo tiene de los diversos elementos y cómo se configuran en aquellos, tendremos lo que presenta la imagen de la derecha, donde vemos que, al margen de que cada Signo es de la dimensión donde se encuentra y de su correspondiente elemento, su "corazón" o factor de motivación lo indica el elemento que tiene en su centro. Así, tal como define la Astrología ortodoxa, podríamos decir que los signos de comportamiento de Tierra son Tauro, Virgo y Capricornio; los de Fuego son Leo, Sagitario y Aries, los de Aire son Acuario, Libra y Géminis, y los de Agua son Escorpio, Piscis y Cáncer. Pero no olvidar que Aries se mueve por factores Materiales (Tierra), si bien con actitud de fuego. Y Así, respectivamente, todos los demás.

Nos encontramos, pues, con un reparto de caracteres todos bien diferenciados, en lo que son los grupos de Signos citados en el párrafo anterior. Tenemos en cada grupo de "corazones" de un Elemento, a un Signo de Inicio, a otro de Apogeo y a otro de Dispersión, al igual que ocurre dentro de la consideración de una misma dimensión.

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Valores que se desarrollan en cada Signo

La imagen que sigue muestra los Valores de la personalidad que se desarrollan en cada uno de los Signos zodiacales a raíz de lo expresado en los dos capítulos anteriores. Los Signos mantienen la correlación topográfica de unos Valores con respecto de los demás, pero su círculo puede rotar respecto del punto central zodiacal. Para podernos referir a los "espacios" o marcos propios de cada Signo en el equinoccio de marzo, se creó la imagen de las "Casas zodiacales", que guardarán una correlación con aquellos Valores respecto de los Signos en tal equinoccio, pero de una manera estática respecto de la línea del horizonte. Son los "sectores" a los que nos referiremos a continuación, numerados del 1 al 12.

En los sectores que forman los Signos de igual "cualidad" (de inicio, de apogeo o de declinación) podemos ver la complementariedad-antagonismo que tienen sus valores. Están señalados por los circulitos violeta, gris o amarillo, con los rectángulos que los entrelazan.

Los sectores del amarillo o Casas 3-4-10-9 son los más fáciles de percibir y comprender en sus complementariedades. Se refieren a aspectos de la edad y relación familiar de una personalidad, así como al marco territorial donde se expresan. Vemos en ellos que existe complementariedad no sólo con su sector opuesto del elemento contrario (tierra/agua, fuego/aire), sino también con el opuesto del elemento colateral (tierra/aire, fuego/agua).

Los sectores del violeta o Casas 12-1-6-7 expresan sobre la consideración del individuo respecto de sí mismo o de los demás. La atención a sí mismo (la 1) o al otro (la 7), sus inquietudes (la 12) o su aplicación práctica (la 6). Los de elemento contrario (tierra/agua,...) son fáciles de observar en sus antagonismos. Los de elemento contrario-colateral, ese antagonismo va referido, en los elementos tierra/fuego, a lo externo del individuo (mi cuerpo exterior, la 1) o a su interior (mi organización interna, de donde va a surgir su estado de salud, la 6); y en los elementos aire/agua, la preocupación por su condición mental (la 12) o de su aspecto envolvente -superficialidad- (la 7). Lo citado son sólo algunos ejemplos a considerar.

Los sectores del gris o Casas (2-5-8-11) muestran antagonismo único y radical con sus Signos diametralmente opuestos. No así con sus opuestos colaterales (11/2, 2/5 o 5/8, 8/11), cuyas facetas o valores pueden complementarse sin tener por qué crearse entre ellas rivalidad o distorsión. Los desarrollos intensivos de uno de estos sectores o casas irá en claro detrimento de su opuesto, y serán valores de clara relevancia en una personalidad por la fuerte definición del elemento al que representan o expresan. Cuando se aúnan los centrales de dos cuadrantes consecutivos, Leo y Tauro, por ejemplo, la condición del hemisferio correspondiente toma fortísimo protagonismo de lo material-corporal en la personalidad. Si son Acuario y Tauro, será la mente aplicada a logros materiales; si Acuario y Escorpio, lo será el estudio de lo intangible, lo oculto, la trascendencia de los conceptos; y si Leo y Escorpio, será lo emotivo y pasional.

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Zodiaco y Rostro humano

Tal como decíamos de que "todo está en todo", el propio Rostro Humano nos ayuda a comprender de mejor manera lo que son los atributos de cada Signo. Las vísceras de nuestro organismo son muy esclarecedoras de los valores psíquicos a los que están asociados aquellos. La Reflexología aplicada a la Fisonomía -Fisiognología- (relaciones Rostro-Vísceras) y éstas a su vez al psiquismo de la personalidad (valores mentales), nos hace posible percibir los valores zodiacales de una persona según los rasgos faciales que le observemos.

La imagen que sigue es el resultado de mi investigación personal a lo largo de muchos años explorando el interior del cuerpo humano y su psique a través de sus rasgos faciales y la relación de estos con su fisiología visceral y modos y posibilidades del comportamiento de su mente. Tened en cuenta que el Cuerpo no es algo "ajeno"" a la Mente, sino algo que "la expresa" en los niveles físicos de materialidad orgánica. El cerebro no es el órgano de la mente, sino su coordinador, quien coordina todas las motivaciones y respuestas que van surgiendo en cada uno de los centros de energía a los que llamamos estructuras viscerales del cuerpo, donde se desarrolla y se condiciona la vida de una personalidad.

La triple figura muestra en el lado izquierdo el esquema de un organismo por dentro, en posición invertida (en simetría con el cuerpo). El área derecha expresa los nombres de las vísceras de dicho esquema. En la parte central vemos en qué partes del rostro podemos analizar la condición de los valores zodiacales con sus respectivas vísceras asociadas. La interpretación de la cualidad de cada condición zodiacal, así como la de las vísceras correspondientes, se analiza fundamentalmente en relación con las características de amplitud y formas geométricas de cada elemento facial. La fuerte presencia en la personalidad de un determinado Signo conllevará un signo de fortaleza energética en la Víscera correspondiente y lo mismo en su elemento facial asociado.

Como información básica de estas relaciones Vísceras-Zodiaco tenemos lo siquiente, basadas en el conocimiento de las relaciones que cada víscera tiene con los distintos centros psico-energéticos que configuran una personalidad:

Aries: Ternilla y Cejas / Duodeno y Glándulas adrenales. Tauro: Barbilla y Mandíbula / Garganta y Mandíbula. Géminis: Carrillos / Pulmones. Cáncer: Boca / Corazón. Leo: Punta de la nariz / Estómago. Virgo: Pómulos / Hígado y Bazo. Libra: Ojos / Riñones. Escorpio: Entrecejo / Páncreas. Sagitario: Lateralidades frontales / Intestino grueso. Capricornio: Prominencias de la frente / Gónadas. Acuario: Centro de la frente / Intestino delgado. Piscis: Perfiles internos de pómulos / Diafragma.

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"Aspectos" o relaciones zodiacales

Tras lo que se indicó en el capítulo precedente de "Naturaleza de cada Signo Zodiacal", en lo que se mostraba de la "cualidad" (de inicio,...) de cada Signo, así como las motivaciones internas de cada uno de ellos, sacaremos la información necesaria para comprender de qué manera pueden influenciar en la consideración general de una carta según sean las áreas de la misma que se vean alumbradas por las energías de los diferentes Planetas, que a su vez se influenciarán entre sí según la condición energética de cada Planeta. Así que abordaremos en este capítulo el modo con el que interaccionan en una carta astral los diferentes planetas, según a la distancia angular que se encuentren unos respecto de otros. A esas distancias angulares es a lo que se les llaman "aspectos". Se indican con unas pequeñas imágenes específicas de cada uno de ellos, las que se muestran a continuación, que refieren más o menos (+/- 8º) los ángulos que expresan.

Se denominan, de izquierda a derecha en la imagen: Conjunción, Sextil, Cuadratura, Trígono, Quincucio, Oposición y Yod. Los ángulos a los que hacen referencia son los que la imagen muestra debajo de cada uno.


Aspectos zodiacales y sus grados angulares.


A la derecha tenemos la condición de los Signos según vimos más arriba sobre sus Naturalezas. Nos servirá para analizar en ella la condición de cada Aspecto, y lo haremos tomando como referencia la ubicación de Aries y las aspectos de los otros Signos respecto de él.

Conjunción.- A la hora de analizar cómo influyen dos luminarias situadas en un mismo punto del zodiaco (+/- 8º), hay que considerar la naturaleza que éstos tienen, pues lo mismo pueden aunar "impulsos", que anularse recíprocamente o uno al otro. Y lo mismo si son varios los planetas que coinciden. Todo esto hay también que enfocarlo a lo que sea la condición del propio Signo donde se encuentran, pues puede suceder otro tanto de influencias entre Signo y Planetas en él. Un ejemplo de conjunción podría ser: Marte y Plutón, ambos de fuertes impulsos de acción, multiplican tal actitud del individuo. Por contra, Marte y Venus, antagónicos en naturaleza, generará conflicto en las decisiones a tomar por Marte y extrañeza en los modos suaves de los que gusta Venus. Si esta conjunción Marte-Venus ocurre en el signo de Aries, la actitud propia de Venus se verá bastante condicionada a poder intervenir, si bien siempre dará un ligero toque de suavidad en el temperamento ariano. Si la conjunción fuere en el signo de Venus, la dificultad de expresión de sus valores la tendría ahora Marte.

Sextil.- (relación de 60º +/-5º ) Considerando la cualidad contradictoria que tienen los signos en sextil respecto del elemento de su propio cuadrante, así como que cada uno de ellos actúa desde un "corazón" o motivación de elemento contrario (por ejemplo Aries desde Fuego y Géminis desde Aire), si bien la astrología tradicional considera esta relación de aspecto como positiva, no deja de ser conflictiva, pues cuando por ubicación de Planetas en Signos distantes 60º se estimulan las energías de éstos, se están estimulando factores de contradicción en la personalidad del individuo. Suponen, pues, posibilidad de contradicción en lo que esos planetas influyan. No obstante, la naturaleza de cada Planeta y la de esos Signos en sextil podrá anular la tendencia de uno de ellos y remarcar la acción del otro. Esto último puede ser la presencia de Neptuno en Géminis (contradictorios) y la de Plutón en Aries (aliados), que remarcarán de forma muy acusada la acción ariana.

Cuadratura.- (relación de 90º +/-8º ) Es éste el Aspecto más erróneamente interpretado por lo tradicional. Se dice que dos planetas situados en Cuadratura influencian negativamente sobre el sujeto de la carta, pero nada más alejado de tal consideración. Precisamente los Signos del Zodiaco en Cuadratura son los que menos índice de controversia tienen entre ellos, resultando ser factores de complementariedad excelentes. ¿Quién no conoce, por ejemplo, una persona Aries (bien definida como tal) amiga de toda la vida de otra persona Cáncer (bien definida como tal). La única cosa a tener en cuenta es que, al igual que no va a haber contradicción entre lo situado en Cuadratura, tampoco va a haber colaboración al unísono sobre un mismo objetivo, sino que cada uno de ellos intervendrá de forma diferenciada, mas nunca en contradicción. Es como si anduviéramos hacia el frente o hacia un lado, que no llegaremos al mismo punto, pero no nos distanciaremos del objetivo de cada uno de ellos, que siempre estará a la misma distancia del frente que del lado.


Situemos de nuevo cercana esta figura para tenerla más a la vista.

Trígono.- (relación de 120º +/-8º ) La relación "triangular" (0º-120º-210º) zodiacal enlaza valores que completan las inercias de cada elemento. Un "gran trígono" de aspecto significaría que tres luminarias están en relación de 120º entre todas ellas, y marcarían con mucha fuerza una tendencia específica de la personalidad en cuestión. Sería, por ejemplo, el caso de planetas en Aries, Leo y Sagitario, aunque requiere además que no solamente estén en esos signos, sino de tal manera en ellos que existan esos 120º (+/-8º) entre los mismos. En el caso más frecuente de sólo dos planetas o grupos de planetas en trígono, distantes 120º, si bien no completan las opciones de un Elemento, sí marcan pauta importante en la personalidad del sujeto. Desde el punto de vista de compatibilidad de los Signos en trígono, pueden aunar sus eficacias hacia objetivos comunes de forma complementaria.

Oposición.- (relación de 180º +/-8º ) Lo Signos situados de forma opuesta en el Zodiaco expresan valores en sí contrapuestos, contradictorios. La estimulación de uno llevará a la merma del valor contrario. Por tanto, la situación de Planetas a la distancia de 180º entre sí, estarán generando influencias en contradicción, pero si por las características de los planetas estimulan a uno de esos Signos y debilitan al otro, estarán reforzando de manera especial la condición de uno de ellos. A niveles de Signos entre sí, la vinculación de personas de signos opuestos (bien definidas como tales) llevará consigo la tenencia de ir anulando uno al otro, pues sus fuerzas son opuestas (no complementarias) en cualidad de personalidad. Esto no quiere decir que personas, por ejemplo, de signo solar Cáncer y Capricornio no pueden congeniar, pues la condición solar en un horóscopo es sólo una de entre varias, aunque sea de marcada relevancia, pero que puede estar eclipsada fuertemente por otra luminaria con capacidad de neutralización.

Quincucio y Yod .- Para comprender la relación de Quincucio, de 150º, hay que conocer la relación Yod (a modo de una "Y" griega) que se da entre tres Signos zodiacales, dos de ellos distantes 60º, y un tercero a 150º de cada uno de los anteriores (uno hacia un sentido circular, y el otro en sentido contrario). En la imagen de arriba aparecen así Aries, Géminis y Escorpio. Ya vimos que estos dos primeros Signos son contradictorios entre sí respecto de los valores del Cuadrante a los que corresponden; podríamos definirlos como "una tesis y su antítesis". Pues bien, su otro Signo en Yod, Escorpio, viene a ser "la síntesis" de tal contradicción, pues posee los valores de ambos unidos en una misma estructura personal, de aquí el "acometimiento" de Escorpio y, al mismo tiempo, su énfasis en la "liberación", lo cual da ese carisma de "transformación" que caracteriza a Escorpio. Opuesto a Escorpio, situado entre Aries y Géminis, nos encontramos a Tauro, opuesto plenamente a Escorpio en sus valores y tendencias, lo cual le otorga el calificativo de "contrasíntesis" de Aries y Géminis. Y lo mismo podríamos decir de los Signos de posición análoga situados en los otros cuadrantes, como por ejemplo también resulta bien esclarecedor de comportamientos la relación tesis-antítesis-síntesis-contrasíntesis de Piscis-Capricornio-Leo-Acuario.

Cuando aparece en una carta astral un Yod (Luminarias en tales distancias angulares unas de otras), nos encontramos con una tendencia muy fortalecida del Signo donde se encuentre la "síntesis" de esas Luminarias, si es que la luminaria en él es "tonificante" y no neutralizadora. Por tanto, la relación de Quincucio (que no siempre en Astrología es considerada) nos habla de un apoyo de tendencias de lo característico de los Signos donde ese Aspecto esté.

Los Aspectos se trazan en el área central de la Carta, con líneas de colores diferentes para indicar a simple vista las relaciones positivas o negativas que pueden existir según esas distancias angulares.
Cuando se traten las características de las naturalezas de las diversas Luminarias, podremos seguir analizando de qué manera intervienen en los diferentes Aspectos las que se sitúen en estos.

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La LUNA : Influencias, Regencia y Progresión


Los aspectos emocionales son los de mayor arraigo en la condición encarnada terrestre, siendo la Luna la luminaria que los rige de modo especial. Se reparte con el Sol las áreas más básicas de la estructura zodiacal.

Pero la Luna y el Sol tienen cada uno de ellos dos valores claramente diferenciados, con cierto antagonismo entre sí. Tales son los de "nueva" y "llena" para la Luna, y de "naciente" o "poniente" para el Sol. Los primeros hay que asociarlos a la dimensión material o Corporal, y los segundos a la de los Sentidos o emocional propiamente dicho. La figura de arriba los sitúa con claridad.

Esta relación Sol-Luna / Signos zodiacales, difiere de lo que tradicionalmente se viene transmitiendo en Astrología, y es que en la tradición ortodoxa hay unas grandes incongruencias, como veremos seguidamente antes de profundizar analizando a la Luna.
 

Vimos en capítulos anteriores cómo cada Signo del Zodiaco tenía unos valores bien diferenciados de los demás, asociados especialmente al elemento de su cuadrante o dimensión. Pues de la misma manera deben ser considerados los valores de la diversos Planetas y Luminarias, bien diferenciados unos de otros. La figura que sigue contiene en ella los criterios ortodoxos y los que mi investigación personal ha determinado. En lo ortodoxo veremos cómo un mismo Planeta se asocia a un par de Signos diferentes, algo de considerable incongruencia.

En el círculo más interno se presentan los signos zodiacales.

En la banda situada entre círculos blancos, está el criterio ortodoxo de relación Signos-Planetas. Los planetas con símbolo normal (grande) son los considerados propios del signo donde están ubicados. Los planetas en tamaño pequeño son los que en un segundo orden también se consideran asociados a esos signos. En tal banda vemos cómo Venus se asocia a los Signos Tauro y Libra, siendo éstos tan diferentes entre sí. Mercurio se asocia a Géminis y a Virgo, tremendamente opuestos en sus valores y comportamientos. Y otro tando análogo ocurre entre los signos y planetas donde he situado un mismo punto de color (aries/escorpio, piscis/sagitario y acuario/capricornio). No hay algún tipo de relación angular en esas repeticiones. Todo esto es fruto de la falta de definición que se ha determinado tanto para los Signos como para los Planetas.

En la banda más externa expongo lo que he llegado a considerar las relaciones correctas Signo-Planeta. Todo parte de "un error de cuadraturas", precisamente el Aspecto zodiacal más erróneamente considerado hasta hoy.
 

Las razones que me llevaron a poder concretar tales relaciones las iré exponiendo conforme se vaya tratando de los diferentes planetas. En este capítulo nos centraremos en el Sol y la Luna.

El Sol, astro que alienta la vida terrestre, nos induce a dos tipos de actitudes. Con su aparición al "amanecer" nos induce a la vida activa, y de una manera especial a lo que son las tareas de Tauro, el trabajo y dominio de la naturaleza. Alienta también el hemisferio del "consciente" (cuadrantes 1º y 3º). En su fase vespertina, del ocaso o sol "poniente", da paso a que afloren los factores contemplativos y emotivos de la personalidad, con la condición Leo a la cabeza, y con ello a lo más propio de subconsciente, el hemisferio derecho del zodiaco.

Para hablar de la influencia de la Luna a nivel astrológico, debemos referirnos en primer lugar al papel "eclipsador" que juega en las radiaciones de energía que recibimos de los Planetas y del propio Sol. Unos datos a considerar de la Luna es que "es el satélite natural más grande en el Sistema Solar en relación al tamaño de su planeta, un cuarto del diámetro de la Tierra y 1/81 de su masa", también que "la distancia orbital de la Luna, cerca de treinta veces el diámetro de la Tierra, hace que tenga en el cielo el mismo tamaño que el Sol, permitiendo a la Luna cubrir exactamente al Sol en eclipses solares totales", y que "la Luna tarda el mismo tiempo en dar una vuelta sobre sí misma que en torno a la Tierra, razón por la que nos presenta siempre la misma cara". El segundo dato nos habla de hasta qué punto puede eclipsar plena y físicamente hasta al propio Sol.

Con cada ciclo lunar, la Luna nos va protegiendo (cubriendo, eclipsando) de aquello que esté situado al otro lado de la Luna respecto de la Tierra. De esta manera, por muy fuertes que sean algunas influencias exteriores de los elementos del zodiaco (es lo que consideraremos en este tratado), cuando la Luna se sitúe por medio, tenemos la posibilidad de vernos mermados por tal influencia y poder dar vida a otra influencia, generalmente la que nos llega del área zodiacal opuesta, que tomará fuerza al debilitarse su oponente.

La Luna, en su fase de "nueva" y hacia su cuarto creciente, va estimulando todo aquello que crece hacia lo externo, la vida incipiente manifiesta. En lo humano se corresponde con la infancia, donde lo que cobra más sentido es el entorno, lo cercano externo, donde se ubican los hermanos y amigos. Es la época de la personalidad donde se desarrolla la dinámica y la actividad respiratoria que dimana de ella. Los Pulmones y los músculos Cuádriceps de las piernas son los factores orgánicos más significativos de los requerimientos de desarrollo de este Signo. Hablamos de Géminis.

La Luna, en su fase de "llena", es el elemento astral que regenta fuertemente las reacciones emocionales allá donde se proyecta la intenidad de su luz. Mas analicemos qué tipo de radiación nos proyecta cuando en fase de Llena tanta claridad nos aporta. Así como en Luna Nueva ésta nos eclipsa de gran parte de la condición de la energía solar, en su fase de Llena es la propia luz del Sol la que nos remite, pero una luz "reflejada", que como tal adquiere una cualidad "inversa" (tal como en una imagen ocurre cuando la miramos "en espejo"). De esta manera, el día solar es de plena fuerza "solar", alentador del Consciente, pero al llegar la noche y aparecer la plenitud de la Luna Llena sobre nuestras cabezas, es la energía inversa la que nos cubre, la Emocional, que se incrementa en acción por su plena carencia durante el día. Mientras, el Sol, al otro lado del Planeta, seguirá alentando lo propio de él, dejando para el hemisferio dominado por la Luna, la plenitud de acción de ésta. Las personas de notable característica Cáncer, se sentirán pletóricas de energía, al contrario de las fases de Luna Nueva. En esta última, los que viven más energetizados son los escurridizos geminianos.

La tercera circunstancia que nos aporta la Luna es lo que nos permite conocer de factores de tiempo en el desarrollo de la personalidad "base" del individuo y del área zodiacal de éste que va a ir tomando protagonismo a lo largo de su vida. Será el fruto de la Luna Progresada.

Diversos son los criterios para hallar la fracciones o etapas de la Luna Progresada por cada año transcurrido desde el nacimiento del individuo. Después de haber utilizado esos criterios, lo que más se ajustó a los cálculos prácticos en los que pude investigar, fue el hallar tres periodos de 9 años en donde tiene lugar el desarrollo de lo que se esperaba de la información que aporta la progresión lunar. Periodos que dan la cifra de 27 años para cada revolución completa.

La imagen que sigue está dividada en 27 sectores, cada uno de los cuales representa un año de vivencia del individuo. Las tres líneas centrales muestran los tres sectores de 9 años ó 120º. De las líneas periféricas situadas entre las 3 más gruesas, hay 2 más destacadas que separan periodos de 3 años ó 40º. El punto de partida para la progresión lunar es cualquiera de esas 3 líneas periféricas más engrosadas.

Esa imagen hay que proyectarla (situarla) sobre una carta astral, haciendo coincidir uno de los 3 puntos más engrosados, con la posición exacta donde en la carta esté localizada la Luna, pues es a partir de tal localización como se empieza el cálculo de la revolución lunar. La imagen está editada en formato ".png" con transparencia, por lo cual, si os la bajáis a vuestro PC, podéis superponerla en la carta astral que estéis editando, haciendo la "corrección" de giro que se menciona en líneas anteriores.

La primera revolución de 27 años es el periodo en que la personalidad del individuo "recupera" la personalidad que "caracteriza a su Ser". Las energías propias de cada Signo y Planeta por donde va ocurriendo la primera vuelta o revolución anual, van incorporándose paso a paso (despertándose) en la personalidad del sujeto y pudiendo intervenir en ella.

A partir de esa primera revolución a lo largo de los 27 años primeros de vida, donde el sujeto "recupera su personalidad" con añadidos de experiencias (de esos 27 años) que le van a servir para retomar o reconsiderar las actitudes que "ha venido" a desarrollar (o continuar desarrollando), será cuando comience a poder ser quien "era". En la siguiente revolución irán de nuevo interviniendo de manera especial las energías propias de lo que vayan siendo los contenidos de signos y planetas por donde transite la revolución. De esta manera, sabiendo asociar con los signos y planetas las cualidades de los acontecimientos a los que está tendente la personalidad, podremos predecir circunstancias en fechas específicas, así como analizar de forma retrospectiva los "por qués" astrales que han incidido en acontecimientos y actitudes tomadas.
 

En la imagen que sigue podemos ver una carta astral donde, en su parte más externa (de color celeste), se ha insertado el círculo de la progresión lunar (aquí de color azul). Ese círculo se ha girado para hacer coincidir uno de sus tres puntos más marcados (corta línea azul) con el punto exacto de la carta donde está la Luna (8,5º de Escorpio).

Equivale ese punto del círculo progresado al inicio de la cuenta de fechas de la persona, cuenta que se hará en sentido contrario al reloj. Cada sector del círculo es un año. Donde se señala "3/30" es lo que se "activa" o toma relevancia al cumplir los 3 años de edad (y a los 30, en la 2ª revolución, y a los 57 en la tercera). Se han indicado otras fechas para referencia de cómo se cuentan éstas y los sectores del círculo progresado. Para referir a algún mes concreto de un determinado año (sector del círculo), hay que repartir los 13,33º de cada sector entre los 12 meses y ajustarlo al mes buscado.

El modo que uso para proyectar el círculo sobre la carta es pegando en una diapositiva de PowerPoint (en el modo "ppt") la imagen de la carta, y luego la imagen transparente del círculo, ampliando o achicando luego el círculo hasta situarlo donde deseo sobre la carta. Al círculo lo voy girando (el PowerPoint da esa opción) hasta hacer coincidir con la Luna una de las líneas más engrosadas del círculo. Así queda la carta dividida en los 27 sectores de la progresión. Hay que procurar el centramiento de ambas imágenes.

Una vez bien situados la carta y el círculo, se "agrupan" ambas imágenes, con todos los demás detalles que les hallamos añadido, y se pide sobre ello "Guardar como imagen..." , y tendremos una imagen con todo combinado.

He aprovechado esta imagen anterior para insertar en ella (en el círculo gris central) el trazado de los "Aspectos" más relevantes que existen entre los planetas de esa carta. Las líneas rojas más largas indican "oposición", y la más corta indica "Sextil"; la verde nos informa de una "cuadratura"; y las azules indican "trígonos". En esta carta se da un "gran trígono" al estar 3 puntos planetarios vinculados con trígonos, algo que habla de una circunstancia astrológica que marca bastante la personalidad del sujeto.

Las líneas grises dentro del círculo gris y su periferia cercana delimitan las áreas de las "Casas" de la carta, nombradas con números romanos. Las "punteadas" indican las líneas "Ascendente/Descendente" y "Medio Cielo/Fondo del cielo".

Inserto aquí una serie de "grados" y sus "fechas" correspondientes
para el cálculo más fácil de tiempos de una revolución lunar:

000º = 00 / 27 / 54 años
040º = 03 / 30 / 57 años
080º = 06 / 33 / 60 años
120º = 09 / 36 / 63 años
160º = 12 / 39 / 66 años
200º = 15 / 42 / 69 años
240º = 18 / 45 / 72 años
280º = 21 / 48 / 75 años
320º = 24 / 51 / 78 años

Y los "grados" a los que están, "desde el punto de la Luna en la carta", cada inicio de nuevo año:

013,33 / 026,66 / 040 / 053,33 / 066,66 / 080 / 093,33 / 106,66 / 120
133,33 / 146,66 / 160 / 173,33 / 186,66 / 200 / 213,33 / 226,66 / 240
253,33 / 266,66 / 280 / 293,33 / 306,66 / 320 / 333,33 / 346,66 / 360

 

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Relaciones SIGNOS - PLANETAS

La inercia de distribución Planetas-Signos nos viene desde Claudio Ptolomeo (100-170), astrónomo, astrólogo, químico, geógrafo y matemático greco-egipcio. Formuló un modelo de universo geocéntrico. Aplicó el estudio de la Astronomía al de la Astrología creando los horóscopos.

Ptolomeo consideró que la naturaleza de los signos Cáncer y Leo, los más norteños de todos los doce signos, que se aproximan más que los otros signos al cenit de esta parte de la tierra (hemisferio norte), y por ello causan calidez y calor, eran los más adecuados como Casas para las dos luminarias mayores y principales; Leo para el Sol, por ser masculino, y Cáncer para la Luna, por ser femenino.

Como contraposición, consideró a Saturno, debido a que es frío y adverso al calor, moviéndose en una órbita superior más remota de las luminarias, ocupando los Signos opuestos a Cáncer y Leo, es decir, los de Capricornio y Acuario.

A tenor de esta inicial distribución, los demás Planetas los distribuye simétricamente respecto de los 4 ya mencionados. De esta manera, para Júpiter, situado bajo la esfera de Saturno, determina que le corresponden los Signos de Piscis y Sagitario. Vemos esta distribución en la figura que sigue:

Marte, seco por naturaleza y debajo de la esfera de Júpiter, toma los dos siguientes Signos, Aries y Escorpio, ambos de una naturaleza similar.

A Venus, poseedor de un temperamento favorable y colocado bajo la esfera de Marte, le asigna los Signos de Tauro y Libra.

Mercurio, que nunca tiene una distancia al Sol de la del espacio de un Signo (30º), y que está bajo todos los otros Planetas, lo deja colocado lo más cercano a las luminarias, en los dos Signos restantes, Géminis y Virgo.

Desde aquellas determinaciones de Ptolomeo hasta nuestros días, la Astrología no ha modificado mucho (más bien muy poquito) sus presupuestos en el tema que toca este capítulo, a pesar de los 3 Planetas que más recientemente aparecieron, Urano, Neptuno y Plutón, surgidos cada uno de ellos en épocas claves de procesos humanos que todo tienen que ver con la cualidad de sus energías. Las imágenes que siguen exponen gráficamente lo que tras ellas iremos aquí desarrollando.

 

Todo acto en lo físico genera efecto en lo mental (y viceversa), y de la misma manera ocurre entre las indagaciones del cerebro (llamémosle ciencia y en este caso Astronomía) y en las andaduras de la psique extrasensorial donde podemos situar a la Astrología. A este respecto hay cosas interesantes que asociar, tales como los descubrimientos de los 3 últimos planetas y el propio Quirón (4º cuerpo a considerar actualmente), que "coincidieron" respectivamente con hechos paralelos en esas dos "ciencias":

Urano, descubierto el 13 de marzo de 1781, planeta de lo racional en lo astrológico, apareció en la época clave del potenciamiento del racionalismo, donde las aportaciones de Kant, Crítica de la razón pura (publicada el 23 de julio), marcaron época en el pensamiento humano. Fue el primer planeta descubierto por medio de un telescopio. Posee la atmósfera planetaria más fría del Sistema Solar.

Neptuno, el 23 de septiembre de 1846, planeta de la espiritualidad, fue descubierto en la época de florecimiento del mundo espírita en torno al trabajo de Allan Kardec, quien el 18 de abril de 1857 publicó su libro más esencial para el pensamiento espírita, "El libro de los espíritus", fruto de una inmensa colección de escritos psicográficos que le proporcionaron sus amigos espiritistas. Neptuno es el primer planeta descubierto gracias a predicciones matemáticas, pues tras el descubrimiento de Urano, se observó que en la órbita de éste existían perturbaciones sustanciales, llegándose a la hipótesis de que la órbita de Urano debía estar siendo perturbada por algún otro cuerpo. En 1843 se llegó al calculo de la órbita de ese octavo planeta. El 12 de julio de 2011, al cabo de 165 años terrestres, Neptuno alcanzó a finalizar su primera órbita completa alrededor del Sol desde su descubrimiento en 1846.

Plutón, el 18 de febrero de 1930, planeta de la revolución o cambios trascendentes, surge en un periodo de crisis mundial conocido como La Gran Depresión, con un entorno de guerras/revoluciones mundiales. Posee una órbita excéntrica y altamente inclinada (17º) con respecto a la Eclíptica, que recorre acercándose en su perihelio hasta el interior de la órbita de Neptuno. Tras un intenso debate, la Unión Astronómica Internacional decidió el 24 de agosto de 2006, por unanimidad, reclasificar a Plutón como planeta enano. La órbita de Plutón, durante 20 de los 249 años que tarda en recorrerla, se encuentra más cerca del Sol que Neptuno.
    El satélite más grande de Plutón, Caronte, es la luna más grande del sistema solar en comparación con el tamaño de su planeta huésped, es decir, ninguna otra luna es de un tamaño tan aproximado al del planeta que orbita. La Tierra y la Luna ocupan el segundo lugar en similitud de tamaño.
    La Gran Depresión fue una "crisis económica mundial" que se prolongó durante la década anterior a la 2ª Guerra Mundial (1939 y 1945). Su duración, en la mayoría de los países, comenzó alrededor de 1929 y se extendió hasta finales de la década de los años treinta o principios de los cuarenta. En Alemania, la desaparición de la financiación exterior, a principios de la década de 1930, y el aumento de las dificultades económicas, propiciaron la aparición del nacional-socialismo, que dio lugar a su vez a la 2ª G. M.
En esto anterior vemos lo "curioso" de las energías de Escorpio (Signo vinculado a Plutón), tan contrarias a lo propio de Tauro, lo económico en positivo.
 

A todo esto se le suma Quirón, descubierto en 1977 (el 22 de noviembre, en EEUU, se conectan los tres primeros nodos de "ARPAnet", lo que finalmente se convertirá en Internet). Su órbita enlaza las de Saturno y Urano, y viene a posibilitar ese puente entre "lo desconocido y oculto", y "la razón", donde todo queda manifiesto y donde difícilmente algo puede mantenerse encubierto (lo que era propio de influencias saturninas). Podríamos denominarlo como cuerpo astral vinculado a la "comunicación internacional y de lo que se mantenía encubierto".

Está catalogado como planeta menor e híbrido de asteroide y cometa (un "centauro"). Circula en una órbita muy excéntrica cuyo punto más alejado del Sol (afelio) está entre las órbitas de Saturno y Urano (más cerca de la de Urano) y su punto más cercano al Sol (perihelio) queda entre las órbitas de Júpiter y Saturno (más cerca de la de Saturno).
 

En la imagen que sigue podemos ver el subjetivismo desde el que Ptolomeo planteó la distribución de planetas en los diferentes Signos zodiacales. Al trópico de Cáncer asoció el calificativo de "calor", pero eso es relativo al hemisferio Norte desde donde él lo contemplaba, cuando el Sol incide en aquel con más perpendicularidad. Pero para el hemisferio Sur, la mayor verticalidad del sol ocurre (y por tanto el mayor calor) en el Solsticio de invierno (21 de diciembre), que es cuando está allá el verano (en el trópico de Capricornio):

La manera más correcta y objetiva para la correlación Planetaria en el Zodiaco es en función del Horizonte terrestre, que siempre tendrá la misma cualidad respecto de la relación sujeto/globo terrestre. Y para esto nos sirve la imagen de la cabecera de esta web, que ahora mostramos aquí junto con otras dos expuestas más arriba:


 

La figura central (superior) muestra claramente la condición bien diferenciada de la base central zodiacal (hemisferio sur zodiacal), en la que deben considerarse las dos luminarias que alimentan de manera especial el proceso vital terrestre. Nada que tenga que ver con una simple lateralidad como se hizo históricamente con sólo los signos de Cáncer y Leo.

A cada lado de la línea del Horizonte, expresión de "lo terrestre", debemos considerar a los cuatro Planetas que circundan nuestro planeta Tierra. Más allá de ellos y en contraposición de la dos luminarias que alimentan la base zodiacal, se sitúan los planetas más alejados, los que Ptolomeo define como más fríos. En un principio, considerando el conocimiento de sólo Saturno, hubiéramos tenido que situar a éste como muestra la figura de la izquierda. Ya en la actualidad, la figura de la derecha muestra la correlación que debe ser considerada.

Lo que se expuso más arriba sobre las circunstancias sociales existentes cuando iban apareciendo cada uno de los 3 Planetas últimos, resulta determinante para confirmar lo que ya hoy día se viene asociando a estos. Primero se ha ido completando la Dimensión de la Mente (la 3ª), con Urano en Acuario, y más tarde lo contrapuesto de la dimensión de tierra, la 4ª, con Neptuno y Plutón, donde se sitúa lo más sutil espiritual, Sagitario, y la trascendencia de lo material, propio de Escorpio, tan claramente opuesto a la condición de Tauro, donde la crisis mundial económica lo expresó de una manera radical.

Mercurio, al que se le asocia la "comunicación", debe serlo en su vertiente dialéctica y no en la de desplazamiento físico propia de Géminis. Es la inquietud de conocimiento y cultivo de la Mente, lo propio del primer Signo, Piscis, de la dimensión intelectual. Su oponente terrestre, Júpiter, planeta que rige la capacidad de orden u organización, aporta lo propio de Virgo, el signo del sentido práctico de las cosas.

De Marte y de Venus poco habría que añadir a lo ya bien aceptado de estos dos Planetas, lo propio de la condición de Aries y de Libra.

Respecto de Acuario y de Urano, debe considerárseles lo propio de la actitud racional analítica, donde no es la "amistad" precisamente lo que dimana de ella, sino el carácter frío enjuiciador y cerebral. Saturno queda, pues, adscrito muy específicamente a Capricornio, y para nada asociado a las características de Acuario.

Comparando el esquema resultante de esta correlación Signos-Planetas con lo que la ortodoxia ha venido transmitiendo, vemos que existe un "error de cuadratura" en lo tradicional, precisamente lo mismo que ocurre en la interpretación de los "Aspectos en Cuadratura", y que ya se comentó en su capítulo correspondiente. Este error es lo que muestra la siguiente imagen:

Como resumen de lo hasta ahora considerado, sirva la imagen siguiente:

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Eclíptica: Banda de ubicación del Zodiaco y tránsitos Planetarios

Al plano sobre el que discurren las órbitas de los Planetas (y el Sol y la Luna), visto desde la Tierra, se le llama Eclíptica.

La inclinación que tiene el eje de la Tierra en su rotación sobre sí misma, con referencia al plano de la Eclíptica, hace que la prolongación del plano del Ecuador terrestre, al cual se le llama Ecuador celeste, tenga esa misma inclinación, la cual genera los inviernos y los veranos.

En la siguiente imagen vemos a la Tierra girando alrededor del Sol, mostrando la inclinación que tiene el eje terrestre (Norte-Sur) respecto del plano de su órbita. El plano por donde ésta circula al igual que los planetas ( Eclíptica ) es donde están los círculos negros (simulan las órbitas de los diversos planetas). El círculo marrón es el Ecuador celeste.

El punto en el cual se cruzan el plano de la Eclíptica con el plano del Ecuador celeste y desde el cual ascienden los astros por encima del Ecuador, se denomina Punto Vernal. En la imagen siguiente lo muestra la flecha pequeña amarilla. La "aparición" de planetas que iremos constatando de lo que está "más abajo" del punto vernal, es debido a la rotación completa diaria de la Tierra según muestran las flechas verdes, a pesar de que la dirección de los planetas por la Eclíptica es en la misma dirección de traslación de la Tierra, la que indica la flecha celeste.

En esta otra imagen se ha puesto horizontalmente el Ecuador celeste, para contemplar todo mirando desde el hemisferio norte de la Tierra. En esta posición de los dos planos circulares es como analizaremos las posiciones zodiacales respecto del ecuador terrestre. Vemos cómo a partir del Punto vernal, la eclíptica se eleva sobre el ecuador (la flecha verde lo muestra). El ángulo que forman esos dos planos es de 23º 27'. Y ese punto vernal será el que marque el inicio del Zodiaco, es decir, el punto "cero" inicial de Aries, que ocurre sobre el 21 de marzo y que se denomina "Equinoccio de primavera". Al cruzarse de nuevo con el Ecuador celeste (a este otro lado de la eclíptica) tendremos el "Equinoccio de otoño" (sobre el 21 de septiembre) o los 30º de Virgo. En el hemisferio sur terrestre, lo que para el norte es el inicio de la primavera, será el inicio del otoño. Ver las imágenes de solsticios y equinoccios de más arriba haciendo un Clic AQUÍ.

Si bien la Eclíptica se considera como un simple plano, la realidad es que los astros por ella discurren con un margen de unos 8,5º por arriba y por abajo de la misma (la línea punteada de la siguiente imagen simula el centro de esa banda de 17º). Ese margen es la "declinación norte o sur" del astro.

 

Como podemos ver, el Zodiaco surge de una división del espacio eclíptico a partir del punto en el que el Sol incide perpendicularmente sobre el eje terrestre (equinoccio de marzo, o de primavera para el hemisferio norte).

Las constelaciones de donde toman nombre los Signos, eran los grupos de estrellas que se encontraban al fondo de la banda eclíptica. Pero debido a un segundo movimiento rotatorio que la Tierra tiene por la inclinación de su eje (a modo de peonza), los Equinoccios se van retrasando (precesión equinoccial), estando ahora el Punto Vernal en 30º de la Constelación de Acuario, es decir, ya fuera de la constelación de Piscis.

En la posición boreal (hemisferio norte) el solsticio de verano es en junio, y el Sol alcanza el cenit al mediodía sobre el Trópico de Cáncer. Para la posición meridional (hemisferio sur) es en diciembre, alcanzando el Sol el cenit al mediodía sobre el Trópico de Capricornio.
 

La imagen de abajo muestra cómo debemos contemplar el Zodiaco situados en un punto cualquiera del ecuador terrestre para ese momento del equinoccio de marzo. Éste se establece desde el punto Vernal en la fecha en que el Sol es el protagonista esencial de ese punto de mira del horizonte, el 0º de Aries. Es el "amanecer", enfoque del arranque de la vida diaria. La impronta global zodiacal de ese instante del equinoccio es lo que va a definir los valores de cada Signo zodiacal.

El análisis de la imagen nos permite conocer cómo los valores Zodiacales se distribuyen en torno al plano del Horizonte, y el por qué la línea del Ascendente/Descendente toma tanta relevancia en una carta astral. En tal distribución no se aprecia una correlación lineal (un área de inicio y otra de final), sino dos hemisferios delimitados por el horizonte, el inferior influenciado por la propia naturaleza del globo terrestre, y el superior por sólo su atmósfera. E igualmente los hemisferios izquierdo y derecho, el primero de más atención consciente, y el derecho más relegado a factores emocionales, propio del declive solar.
 

La consideración de las "Casas" zodiacales (ver imagen de abajo) se hace necesaria por cuanto el momento de un acontecimiento suele ser diferente del instante del equinoccio que hemos analizado, por lo que los Signos no guardarán la misma relación con el punto del Ascendente. Para la condición del individuo o acontecimiento que analicemos, la impronta zodiacal a tener en cuenta estará igualmente marcada por esa línea del horizonte y los hemisferios comentados, cuyas áreas serán definidas como Casas en lugar de como Signos. Los Signos zodiacales, en ese instante que contemplamos, tendrán otra ubicación respecto de tal horizonte, no obstante, las áreas (Casas) que constituyen cada uno de los hemisferios, guardarán analogía de valores con lo que originó la definición de las cualidades de cada Signo.

En la imagen, el Ascendente señala al Signo de Acuario, que tomará un protagonismo especial en tal sujeto.

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Casas zodiacales - Modelos geocéntrico y heliocéntrico

Al finalizar el capítulo anterior se mencionó el cómo las Casas zodiacales surgen a raíz de considerar el Zodiaco para un acontecimiento ocurrido en un momento diferente a cuando el punto del Ascendente coincide con el 0º de Aries, apareciendo los Signos en otros lugares del círculo astral con respecto de la Línea del Horizonte del lugar y hora del suceso. Y también se comentó que las características que asumen los valores de las Casas son análogas a las que se atribuyen a los Signos respectivos del lugar que ocuparían con el 0º de Aries en el Ascendente.

Se mencionan con los números del 1 al 12 (o en romanos, del I al XII), asociándose la 1 con Aries, la 2 con Tauro, etc., hasta llegar a la 12 con Piscis. Esta secuencia numérica ha generado la inercia de considerar a las Casas, al igual que a los Signos, como una "primera" y una "última", a modo de proceso que comienza en la 1 y termina en la 12, y no como en otros capítulos anteriores se ha expresado aquí de que todo está en relación de "simetría axial", tal como ocurre con los hemisferios cerebrales, el espectro lumínico, la emisión de cuerpos radiactivos, etc., simetría en este caso relativa a la línea del horizonte.

La diferencia principal de significación de los valores propios de las Casas y de los Signos es la siguiente: Los Signos son los diferentes Valores o aspectos de la estructura de una Personalidad. Las Casas son los marcos donde se proyectan dichos Valores. A las Casas inicialmente se les llamaba "domicilios", pero este término ha quedado para referir la relación de Planetas con los Signos, o "regencias planetarias". Los Planetas son los elementos que inducen a la puesta en escena "dinámica" de los Valores que de cada Signo representan.

Son 30 grados los que en teoría debe tener cada Casa, para dar los 360º del círculo zodiacal, pero según el sistema que se use para calcular la posición zodiacal respecto del instante de un acontecimiento, puede variar. Personalmente prefiero el "Sistema Plácidus", que considera la distribución de las Casas de tal manera que la "latitud del lugar" interviene en modificar la amplitud de cada Casa. Utiliza un modelo "geocéntrico" (la Tierra se reduce a un punto sin dimensión, desde el que se realizan los cálculos). Hay otro modelo, el "topocéntrico", que hace los cálculos desde el lugar del acontecimiento, como punto de observación de la dinámica celeste, resultando todas las casas de 30º.

El modelo "heliocéntrico" hace la observación de los Planetas sobre la Eclíptica contemplándolos desde el propio Sol y no desde la Tierra, por lo cual obtiene una "carta" donde los Signos están siempre en la posición del equinoccio de marzo y las Casas se identifican con el de su correspondiente Signo, por tanto son todas de igual extensión, de 30º. No es este último el modelo más apropiado para el análisis astrológico de una personalidad, pero sí puede aportar mucho en el desarrollo de una Astrología Mundial, de consideraciones sociales en general. No obstante, también puede aportar matices de cómo un planeta puede influir teniendo en cuenta cómo se sitúa éste respecto del Sol, como por ejemplo en caso de conjunciones. La imagen que sigue muestra una carta pedida para el modelo geocéntrico y para el heliocéntrico:

Vemos en la imagen precedente cómo para el sistema Heliocéntrico ha quedado vacío de planetas un área de 180º, cuando en el Geocéntrico estaba todo muy repartido. El Sol no aparece, pues está en el centro de la carta, y por contra aparece la Tierra (circulito con una cruz encima, a mitad del Signo Virgo) en lo que es la oposición del Signo donde se encuentra el Sol para la fecha del suceso analizado (5 de marzo). La Luna siempre estará en conjunción con la Tierra, por la cercanía con la que se les contempla desde el Sol. Los Planetas exteriores, mientras más lejanos, menos variarán su posición respecto de la geocéntrica, pero los Planetas interiores pueden modificarse considerablemente, como el caso de esta carta, donde vemos a Mercurio y a Venus en Signos muy diferentes. La conjunción de Marte con Saturno se ha suavizado bastante, al cambiar de 4º a 15º su relación, y ya también ambos en Signos diferentes. Las fuertes influencias de la Luna no podrán observarse en lo heliocéntrico, por lo que será importante el complementar ambos modelos para análisis de situaciones sociales centradas en un lugar específico del Planeta Tierra.

En la imagen triple que sigue se muestran tres cartas astrales abiertas para un acontecimiento ocurrido el mismo día y a la misma hora "local" (21 de marzo de 2012, a las 12:00 horas), pero en tres ciudades diferentes, situadas más o menos en la misma "longitud" (meridiano), pero en latitudes (paralelos) bien diferentes. La imagen derecha es para una ciudad de Brasil (00º Sur) situada en el mismo Ecuador terrestre, la de la izquierda para una ciudad de Argentina (44º Sur), y la del centro para una ciudad del estado de Maine (USA) (45º Norte). Se puede ver en ellas cómo por el Sistema de Casas de Plácidus, la latitud modifica la posición de la línea del Medio Cielo, cerrando o abriendo más los cuadrantes. Mientras más el Sur, más inclinación del Medio Cielo hacia la izquierda, y mientras más al Norte, más inclinación hacia la derecha, quedando vertical sólo cuando la ciudad está sobre el Ecuador. Lo mismo ocurriría en otras longitudes, es decir, ciudades situadas más al Este o al Oeste. La línea vertical roja muestra solamente la perpendicularidad a la línea del Ascendente, para ver la inclinación del Medio Cielo.

Los puntos claves de la carta, donde comienzan las Casas 1, 4, 7 y 10, son el Ascendente, Fondo del Cielo, Descendente y Medio Cielo, que coinciden con los 4 puntos cardinales del suceso (en el Este se sitúa el Ascendente, en el Cénit está el Medio Cielo). Al punto de inicio de cada Casa se le llama tradicionalmente "cúspide", al igual que al punto de inicio de los Signos. El cálculo que se hace para determinar los puntos de inicio de cada casa, es partiendo de la Hora Sideral (ángulo horario del meridiano del lugar con el equinoccio vernal) local con el objetivo de encontrar la Ascensión Recta del Medio Cielo (posición del Meridiano local sobre el Ecuador) en el momento del nacimiento. Una vez calculada la Ascensión Recta del Medio Cielo, ARMC (que corresponde a la cúspide de la casa X), se calculan las demás casas. Observaremos que las Casas dentro de un mismo cuadrante no tienen por qué ser de la misma amplitud, aunque sí iguales respecto del cuadrante opuesto.

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Signos, Planetas y Casas

Ya anteriormente me he referido a que los Signos son los diferentes Valores o aspectos de la estructura de una Personalidad, los Planetas son los elementos que inducen a la puesta en escena de los Valores que de cada Signo representan, y las Casas son los marcos donde se proyectan dichos Valores. Los Signos mantienen la correlación topográfica de unos Valores con respecto de los demás, pero su círculo puede rotar respecto del punto central zodiacal. Los Planetas poseen los Valores del Signo al que están vinculados, pero se mueven libremente por el círculo zodiacal, pudiéndose combinar o asociar de forma diversa. Las Casas guardarán una correlación con aquellos Valores respecto de los Signos en el equinoccio de marzo, de una manera estática respecto de la línea del horizonte, pudiendo variar solamente sus amplitudes.

La imagen GIF que sigue va a ir mostrando todo esto de forma dinámica.

* La franja circular amarilla por arriba y gris por abajo que rodea el área de las Casas, muestra el Zodiaco desde el punto de vista de las Casas y los Valores que éstas toman de cada Signo zodiacal referidos al equinoccio de marzo.
* En el centro se especifican las 4 Dimensiones o Cuadrantes, y en torno a estos vemos las áreas que ocupan cada una de las Casas, siempre en el mismo lugar respecto del Horizonte del lugar (línea blanca más gruesa), desde la "I" hasta la "XII". Aquí figuran todas de igual amplitud .
* La banda circular rotatoria representa la manera en que van a ir combinándose Casas y Signos a lo largo del año que dura una revolución eclíptica. Los diferentes Signos Zodiacales irán elevándose por el Levante.

Por la parte más externa de todo, están las imágenes (estáticas) de los diferentes Planetas más exteriores y las Luminarias del Sol y la Luna, frente a los Signos que cada uno de ellos regenta.

Estre esos Planetas y Luminarias y la banda circular móvil, están los Planetas más cercanos en el modo dinámico, mostrando el sentido en que lo hacen respecto de la Eclíptica, es decir, avanzando paulatinamente por los diferentes grados de las área de cada Signo. No he dado dinamismo a los planetas lejanos para no sobrecargar de peso la imagen, ya de por sí de 3,76 Mb. En sus velocidades he procurado se asemejen "algo" a sus diferencias en completar sus órbitas. Inician sus movimientos desde la Casa que regentan, y cuando Júpiter concluye una vuelta completa, paran todos un instante en su regencia respectiva.
* La Luna, situada aquí "internamente" nos viene a decir su especial labor mensual de "eclipsamiento" o desconexión paulatina de cada una de las energías que nos llegan del exterior, incluida la del Sol, como expresé en el capítulo de la Luna.

 

Tal como decía de que los Signos son los diferentes Valores de la estructura de una Personalidad, que los Planetas son los elementos que inducen a la puesta en escena dinámica de los Valores, y que las Casas son los marcos donde se proyectan dichos Valores, la imagen que sigue muestra de una manera muy esquemática lo que podemos concretar al respecto, para lo cual es fundamental considerar los contenidos temáticos de cada Dimensión (cuadrante), ya que no son valores "lineales" los que tenemos que considerar en el Zodiaco.

La imagen de las Casas despliega los marcos de las consideraciones de una personalidad. Expresa dónde debemos buscar cuanto ocurre de cada una de esas facetas personales. El cuadrante 1º (casas 1 a la 3) refiere la persona en sí, sus contextos físicos o materiales. El cuadrante 2º (casas 4 a la 6) refiere situaciones sensoriales. En el 3º (casas 12 a la 10) están los aspectos del intelecto. En el 4º se sitúan los factores mentales más intrínsecos, más ligados con lo extrasensorial o del sentir mental (no sensorial orgánico). Más adelante desplegaré lo que emana de cada una de esas concreciones apuntadas para cada Casa, pero es esencial captar el sentido básico de éstas para no enredarnos en conjeturas ambiguas. Los contenidos de cada área de Casa y Cuadrante deben ser "bien diferenciados" y sin analogía o similitud con los de cualquier otra u otro.

Las cualidades a considerar para los Signos vienen derivadas de los valores personales propios de cada una de esas áreas, pero que serán aplicados en el marco donde ellos se encuentren. Las cualidades a considerar para los Planetas son las acciones a las que cada una de esas áreas y valores nos impulsa.

Analicemos cada sector de Casa, Signo y Planeta.-

1 - Mi Cuerpo.- Mi Yo presencial, mi estructura física, acción, acometimiento, determinación, impulso, pugna, búsqueda material, conquista, novedad, inicio.
2 - Mi pertenencia.- Lo que poseo, bienes y economía, poseer, mantener, constancia, permanencia.
3 - Mi Entorno.- Lo cercano, hermanos, amigos, el medio ambiente, desplazamiento, movimiento, dinámica, inconstancia, liberación, irresponsabilidad, infancia.
1 - 2 - 3. [respectivamente]: Búsqueda o conquista material, uso y mantenimiento de lo logrado, y dispersión de lo acumulado. Lucha - fuerza - agilidad.

6 - Mi Trabajo.- Organización, ordenación, utilidad, laboriosidad, servicio.
5 - Mi Placer.- Destreza sensorial, sensualidad, creatividad, orgullo, contemplación, disfrute, emoción.
4 - Mi Refugio.- Sensibilidad, fragilidad, protección, ocultamiento, hogar, engendro, concepción, madre.
6 - 5 - 4. [respectivamente]: Búsqueda sensitiva - dominio sensorial - temor sensorial.

12 - Mi Comunicación.- Interacción mental, búsqueda del Yo conceptual, diálogo, conexión, receptividad, impresionabilidad, aprendizaje, inquietud.
11 - Mi Conocimiento.- Intelectualizar, raciocinio, frialdad, analítica, estudios, profesor.
10 - Mi Ego.- Mi experiencia, mi memoria, logros, acumulación (densificación), posición, honores, sociedad, cerrazón, quietud, silencio, fecundación, padre.
12 - 11 - 10. [respectivamente]: Búsqueda de conocimientos - habilidad intelectual - tozudez.

7 - Mi Afecto.- Relación afectiva, agrado, dualidad, diplomacia, equilibrio, equidad, armonía, estética, arte, apariencia.
8 - Mi Trascendencia.- Transformación, pasión, profundidad, transmutación, revolución,  crisis,  muerte o empobrecimiento físico o material.
9 - Mi Ideal.- Abstracción, lejanía, evasión, imaginación, espiritualidad, sueños, vejez.
7 - 8 - 9. [respectivamente]:  Apariencia - profundidad - abstracción.

Podemos comprender (y concretar aún más) los valores de los diversos sectores zodiacales utilizando la relación "Yod" de los sectores centrales de cada cuadrante: Cada "central" resulta de la conjunción de los sectores extremos del cuadrante opuesto. [para leer lo que sobre la relación o "aspecto" Yod expuse, pincha AQUÍ].

8-Escorpio toma su condición  de transmutación, del ímpetu de 1-Aries y el espíritu de liberación de 3-Géminis.
2-Tauro toma su tendencia a la riqueza, de lo externo o apariencias de 7-Libra y la imaginación de 9-Sagitario.
5-Leo toma su arrogancia, aunando la soberbia del ego 10-Capricornio y la dialéctica de 12-Piscis.
11-Acuario toma su capacidad intelectual, de las habilidades de 6-Virgo y la capacidad de engendro de 4-Cáncer.

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Consideraciones en los efectos de los Planetas
* * Capítulo no concluido * *

Debemos considerar en primer lugar que "no hay Planetas malignos o benignos", sino que todo es en función de las interacciones que se generen. El Planeta, como el "individuo" aislado, no tiene razón de ser, sino que todo surge de la "interacción", y será la cualidad de la interacción la que defina lo valores que despliegan de sí los Planetas. Los órganos internos de nuestro cuerpo no tienen función por sí mismos, sino dentro del cuerpo que estructuran, y tan necesarios son en ellos la sangre, la linfa, la bilis y la adrenalina como cualquier otra sustancia hormonal, unas estimuladoras y otras inhibidoras, pero siempre en función del cometido global donde inciden.

Sabiendo que la "muerte" no es más que un tránsito ínter-dimensional y que todo obstáculo nos trae la necesidad de un replanteamiento de actitud vital, cualificar de positivo o negativo a un Planeta, nos llevará a un posible error conceptual. Incluso lo que solemos denominar como negativo cuando nos referimos a la "violencia" de Marte, debe considerarse tal energía como la propia para posibilitar el arranque de algo que precisa un gran aliento, o el rompimiento de algo ya caduco, como por ejemplo una tradición muy arraigada, una atadura difícil de superar, etc. Sólo el modo de utilizar esas energías de freno o de arremetimiento, marcará la cualidad a considerar, y no obstante siempre será subjetiva, dependiendo del criterio del observador o del enjuiciador y la amplitud del área donde se contemple.

Las características de los Planetas y sus influencias son interpretadas según las posiciones que éstos ocupan en los Signos Zodiacales y están ligadas a los valores que se consideran de cada uno de ellos. Las concordancias y disonancias entre Planetas y Signos ha dado lugar al término de "dignidades" planetarias. Es "regente" de un Signo el Planeta más afín a dicho Signo. Está "domiciliado" cuando está situado en su Signo afín. Está en "exilio" o en "detrimento" cuando un Planeta se sitúa en el Signo opuesto a su regencia. Está en "exaltación" cuando sin ser su domicilio, se encuentra armoniosamente, y esto ocurre cuando está en el signo opuesto al de característica contrapuesta de su mismo cuadrante. En este último (en el de característica contrapuesta) estaría en "caída". La doble imagen que sigue lo muestra gráficamente. Su estudio se ha basado sobre las propias características de los Signos:


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