Actualizada 29 agosto 2025
Padre: así como mi espíritu alienta desde sus Valores todas las funciones de mi organismo con perfecto orden, equilibrio y eficacia para las funciones que debe realizar para el desarrollo de mi Consciencia, igualmente alientas Tú la organización y proceso evolutivo de todo cuanto se expresa de alguna forma en el Universo.
Si yo soy el Espíritu Individual o porción de Inteligencia que rige mi estructura y sus funciones, Tú eres el Espíritu de Inmensidad que hace fluir y discurrir todo cuanto precisa este Universo.
Así como mi Espíritu no se identifica con los elementos (no Es ellos) que, estructurados, posibilitan el desarrollo de mi Consciencia, y ni siquiera es la forma que adquiere luego con su revestimiento periespiritual cuando está desligado del cuerpo material, mi Ser en sí es Potencialidad, aglutinando los Valores que desde un plano plenamente inmaterial o abstracto, moviliza todos los elementos que le van a servir para expresarse, y reconocerse en ello, a lo largo de toda su experiencia materializada o manifestada de alguna forma.
Si soy, pues, esa Abstracción, Soy en el plano que llamamos Mental, el más ausente de factores estructurales, si bien ha precisado de organismos para poderse concebir en la percepción de lo que ha llegado a constituirlo como Entidad, con más o menos definiciones de Ser y Actuar en la Colectividad, única realidad a través de la cual y en la cual podemos expresarnos.
Volviendo a Ti, eres la Abstracción real de toda la infinitud de Valores que dan lugar a posibilidades de expresión vivencial en sus infinitos modos posibles de hacerlo. Esa Abstracción de Infinitud de Valores debemos concebirla bajo el concepto de Inteligencia Suprema, la cual vendría a definirte a ti, Padre.
Como Espíritu Puro Pleno, eres la Potencialidad Absoluta. Potencialidad que contiene en sí todo germen vivencial, dado que el no Ser no se concibe en la Potencialidad, siendo ésta sólo factores de expresión de Vida. Por tanto, “Muerte” no se concibe en modo alguno de expresión.
A la Abstracción la llamamos Mente (de ahí que se diga que El Todo es Mental), quizás por el hecho de que es lo único que conocemos que no posee definición o concreción entre las premisas del Espacio-Tiempo, si bien mi esquema gráfico (ver al final) la relaciona con el Tiempo, al parecer carente de necesidad de soporte espacial, pero quizás sí de soporte “antes-ahora-después” (factores de Tiempo).
Así como los Sentidos los ubico en lo Espacial, mas sólo por el hecho de contemplar los sentidos físicos del cuerpo, también lo Mental correlacionado con el Tiempo lo es para la Mente que interviene en la Densidad, pues no para la Mente que utiliza el Alma.
La Mente del Espíritu debe ser, por tanto, una abstracción real, sin un antes ni un después (sin factores de Tiempo), sino todo en el instante.
Entonces, la realidad Una es el Instante, la Potencialidad Absoluta y sin expansión, sino de condensación. Es mi conciencia la que extiende, pero en realidad es la concentración sin Espacio-Tiempo, todo en sublime orden, sin precisar de estructura alguna. Es decir: Sabiduría y Amor fundidos.
La Perfección no precisa de reconocimiento de factores de formas. De ahí que los Grados evolucionados son Consciencias de Ser sin precisar del autoanálisis, sino el saberse Ser, en cuya abstracción concentran su potencial vital desarrollado.
Los Espejos no son signos evolutivos. La “Percepción” consciente es la visión “real”. Precisamos las formas mientras no percibimos el valor de nuestras sensaciones, de nuestras “percepciones”.
En lo corporal aprendimos a “vernos” en el Espejo, pero el “Espejo espiritual” es lo que podemos percibir en lo que observamos (percibimos) de lo que nos circunda y las reacciones que provocamos en ello.
La visión espiritual es esférica, de 360 grados, es decir, que la Ubicación del Espíritu es un Punto, sin espacio, abstracto por tanto, pero real. También es puntual o esférica la audición, por lo que deben ser así los demás sentidos, aunque cueste imaginarlos.
La mayor Fuerza no es la Energía. Es la Voluntad. Fue así que el Universo fue creado por Dios con Su Voluntad: ¡Hágase!
La Energía surge de la Voluntad de Hacer, de Dar (del Amor). La clave primera es la Potencialidad, equiparable a la Voluntad, que en su grado absoluto implica Sabiduría de Amor.
La Potencialidad, que es en sí Sabiduría, se estructura a partir de que se expresa en algo, de que se hace Amor. Al ser Sabiduría conlleva Equilibrio, que es la capacidad de “Permanecer”, conteniendo los factores de una Tetrapolaridad (o bien Tetrapolaridades equilibradas entre sí); ésta se expresa a continuación.
Los 4 Factores básicos son: Sabiduría-Amor, Eternidad-Infinitud, como Valores básicos o Esenciales. La primera Dualidad (Sabiduría-Amor) es al mismo tiempo Esencia y Objetivo. La segunda es el Medio donde se expresa y desarrolla la primera.
El Uno es Potencia. En ella está el orden (organización) y la donación, que como factores de la Potencia son Sabiduría y Amor. Su expresión se realiza sobre otros dos factores potenciales, pues no tienen factores de restricción, y son la Eternidad (siempre) y la Infinitud (inmensurable).
Somos Almas en cuanto a Individualidades evolucionando hacia la Consciencia de Unicidad, donde se abandona lo Particular para ser lo Colectivo; se abandona lo “uno” (separatividad) para ser en el Todo (Unicidad).
O bien, Somos Almas en cuanto Espíritus desarrollando una peculiaridad. Peculiaridad que debe tener como objetivo el enriquecer y embellecer lo Colectivo, la Unicidad.
Así como soy consciente de que Tú, Padre Celestial, estás en mí, por el Fluido vital que alienta constantemente mi Ser, yo puedo estar consciente de Tu “Presencia”, a través de todo cuanto se sitúa ante mi consciencia como factores de mi vida, pues sé que es Tu Sabiduría y Amor los que se manifiestan ante mí para el proceso evolutivo de mi Espíritu como Alma encarnada.
* * * * * * * * * *
Estas imágenes que siguen están desarrolladas en la página "quesoy.htm", en el siguiente punto: "quesoy.htm#cuadratura".
** Subir **